Cuando eres una más en la familia

He llegado a casa hace un rato, que vengo de pasar la tarde con mi Belén, que ha estado haciéndome de Pepito Grillo y no había nadie en casa de mis padres. Absolutamente nadie. ¡Qué raro! A las 22.30 de la noche...

Resulta que mi madre lleva ingresada desde esta mañana y a todos se les ha olvidado avisarme. La escusa: es que trabajo demasiado y me paso el día fuera de casa... ¿Os parece escusa? ¡Ah! Se me olvidaba, la mujer no debe trabajar y menos tanto... Mirar no me gusta hablar de temas familiares en el blog, prefiero enfocarlo a otros temas más pasionales, ¿esa es la palabra? No lo sé, pero me siento incómoda hablando de mi familia, es como si les estuviera vendiendo o sacando los trapos sucios que tenemos, pero como resumen, os diré que la relación con mi madre no es idílica. 

Así que, aquí estoy en hospital, porque eso es lo que hace una buena hija, ¿no? Estar. No deja de ser mi madre, pero con el fin de semana que me ha dado... (no se lo deseo a nadie), no me apetece estar aquí, y bueno, si solo fuera el fin de semana pasado.

Supongo que queda una larga noche aquí viendo mi antiguo cole (la CEMU) desde la ventana. Como siempre... Desde mi ventana.

Esto es otro texto que guardaré sólo en este blog, no quiero publicarlo en Facebook, es más para mí, para reflexionar yo, para sacar lo que llevo dentro, para intentar no llorar por no ser más fuerte, por estar al pie del cañón de gente que no se lo merece... Me pasa siempre, ojalá fuera menos idiota, más boba, ojalá no tuviera remordimientos y pasara más de la gente, pero no soy así. Ni siquiera ahora que estoy en una etapa donde las consecuencias de mis actos me dan igual.

Hoy me quedo con una reflexión de Belén, deja de pensar en quien se fue y no va a volver jamás, deja de pensar en los que le diste todo y no recibiste nada, deja pensar en lo que echas de menos y valora más en los que estamos aquí, porque ellos, se lo pierden. Valora tu trabajo, tu nueva vida, valórate a ti por encima de todo, sal, disfruta de tus amigas, ve películas, ve series, lee libros... Y lo demás, sanará, date tiempo.

Ojalá viniera alguien y me dijera qué tengo que hacer, cuál es el camino... Pero la vida es eso, prueba y error.

Patri Izquierdo Díaz




¿Repetimos?

"¿Repetimos?": Ese ha sido el mensaje del vecino del motero. Esto, lo sé, se va enredando más, pero... volver a entrar en ese portal, no creo que sea bueno para mí y más a las diez de la noche. Es tentar a la suerte mucho, muchísimo. ¿Os acordáis de uno de Pof (ya parece que hace mil años) que era vecino del motero? Os tenéis que acordar seguro. Bueno, pues eso, que si repetimos. Madre mía del amor hermoso, el autoestima te sube sin duda...

Pues lo haría, sí, pero es meterme en la boca del lobo, bueno en el portal de una persona con la que no me quiero encontrar, y menos en esas condiciones. No, no, no... A mi o me sube por la ventana de esa "plaza" que tienen al lado o nada, y encima mi coche... ¡Como no es reconocible ni nada! Ay, dios mío, si por algo tengo un blog... porque mi vida es  de película. Una serie de 13 temporadas se me queda corta.

Esta noche no, le he respondido, porque tengo que entregar las programaciones antes de las doce, y no es mentira, de hecho me están ayudando amigas, pero... lo que hay que ver. Si hubiera apostado por este chico, habría perdido porque hubiera jurado que no sabría más de él, pero bueno, ahí está. Y no está mal, pero hoy no. Hoy es domingo, ayer fue un día emocionalmente como una montaña rusa y hoy tengo que currar... Y creo que me estoy centrando en mí. Supongo que... Continuará...

P.D. ¿Habéis leído el texto anterior de mi amiga Belén? Impresionante... 

Patri Izquierdo Díaz


Primer domingo sin resaca, y sin ti

Desde hace dos meses los domingos salía tarde de la cama. Con intención de comer y volverme a acostar hasta que cayese el calor. Intentar recuperar las horas de sueño y los años de vida que había perdido los dos días de antes durmiendo poco, riéndote, bailando…

A media tarde, una ducha bien fría para espabilarme, ponerme un short corto, un top y las gafas de sol, para evitar que se vea la cara de muerta viviente. Y coger el coche para volver a Madrid. Subir rápido a casa, dejar la maleta y bajar a la terracita del bar del barrio. Para contar las anécdotas del fin de semana en el pueblo, en la playa o en mi paradero que era cualquiera, menos mí casa.

En muchas ocasiones eras tú quien me esperaba en el banco de nuestro parque. Me recogías en tu coche, ponían música que hablaba de nosotros, y entre sonrisa y sonrisa íbamos a cenar y tomarnos una cerveza. Te enseñaba las fotos. Me llenabas de besos porque llevábamos unos días sin vernos. Nos confesábamos mil secretos. Discutíamos y hacíamos el amor como salvajes. Éramos tú y yo. Me ilusionaba, otra vez, pensando que las cosas estaban cambiando, pero no. 

Hoy, es el primer domingo que no salgo de casa, que me ha dado tiempo a repasar todo. Me ha dado tiempo a mirar fotos. A leer conversaciones y mandarlas a “archivadas”. A ver películas empalagosas y escuchar a Rafa Espino…

Ha sido el primer domingo que no sé nada de ti, no hemos hablado, no hemos quedado, no me has contando lo que has hecho ni cómo va empezar tu semana... ha sido un domingo de pensar que ya estas mejor sin mí, otra vez. De lamerme las heridas, de coserme la cicatriz, de cerciorarme de lo que hay. De aferrarme a la realidad.  

Me va a costar. El otoño ha llegado para todo, y se ha instalado en mí. Vuelvo a mi mundo marrón, como las hojas que se caen. Y… Me acostumbre muy rápido a estar siempre por ahí. Me acostumbre muy rápido a tenerte para mí, o creer que te tenía.

Echo mucho de menos cogerte de la mano y bebernos juntos los miedos. Y saber que todo lo que he soñado va a pasar de un futuro al pasado, me provoca nauseas. Pero no pienso buscarte, no voy hablarte, no voy a proponerte más planes… los recuerdos me han dicho, que es hora de irse. 

Esta es la penúltima vez que te escribo, sé que soy infeliz a tiempo parcial, y sin ti a jornada completa. Pero no puedo hacer más, que esperar a que otro domingo venga, sin ti.

Belén Triguero Guijarro


Polvoranca

Que larga se me está haciendo la tarde. Así que, qué mejor que venir a dar de comer a los patos, a las ocas y a todo bicho que por Polvoranca habita. Un momento sola, de reflexión, con mi móvil y mi blog. Necesitaba dar unas cuantas vueltas al lago. Correr, salir corriendo, siempre con prisas, siempre estresada. Pero aquí desconecto. No conozco a nadie, y mirando las horas que son, dudo que venga algún conocido. Sobre las cinco ya volveré a casa, el parque se llena de niños y familias felices con sus bicicletas.

No quiero felicidad a mi alrededor, quiero estar sola, desconectar de las redes, pensar en que mañana es lunes y que hay que colocar todas las sábanas de las cunas, los pañales, que este no tenía y a ver si los trae, otro que viene de la playa y a ver qué tal se queda, una moto se nos había roto por lo que habrá que sacar un triciclo... Mi mente no descansa, soy una adicta de mi trabajo. Me encanta como he dicho anteriormente.

Pero hoy en casa no aguantaba ni un minuto más. He intentado echarme la siesta. Pero mi cabeza ha empezado a echar fuego como un volcán, y he salido a airearme. No pensar, Patri, me repito una y otra vez, no pensar. No pienses, que después duele la cabeza y la tripa. Me he mirado al espejo y me he visto más gorda, más chicha donde hace unos días no había, me he probado la ropa nueva. No sé, me veo fea, me veo rara. ¿El pelo? ¿Las ojeras ya instauradas en mi cara para siempre? Hoy no me veo bien. Y me pongo nerviosa. ¿A quién llamo? A nadie, ya no hay a nadie a quien llamar, así que, aprende a  estar sola, me repito. Y sola estoy, sentada en un parque rodeada de animales. Echándolos de comer pan duro. Sin pensar en nada más que en mí.

Si estoy gorda, ¿qué? Pues nada. Lo estoy. ¿Y si estoy fea? Me da igual. Soy así, y seguro que hay un roto para este descosido. Y diréis, vaya pájara te ha dado, muchacha, y sí. Es que hoy he comido con mis padres, y ayer pasé el día con ellos. Todo afecta... Y no quiero contar más porque me pondría a llorar y estoy en un parque con público. Mis gafas de diva no conseguirían tapar todo lo que hay debajo.

Hay días, que os juro que me como el mundo, pero otros... me come a mí, y prometo que soy fuerte y puedo con todo sola, no necesito a nadie, pero el tema "padres" me cuesta un poco más. Así que, ¿por dónde iba? ¡Ah sí! Me metieron seis baberos la semana pasada, les sobraba uno, ¿se lo metería en la mochila o lo tendré en clase? Las niñas van a empezar con el orinal esta semana hay que ir quitando pañales a la de ya y el chupete únicamente para las siestas... bla, bla, bla, bla...

Patri Izquierdo Díaz


El Ventano del Diablo

Es un mirador de la Serranía de Cuenca. Ayer estuve allí, y os lo cuento porque, a ver cómo me explico. Tenía una "entrada" o una "invitación" que me regalaron cuando oposité para ir a ese sitio tan chulo. Supuestamente no tenía fecha de caducidad, y tenía que ir con una persona en concreto, con el que me lo regaló. El motero, lectores. Me hizo una tarjetita muy chula que aún guardo y este fin de semana decidí usarla. Hablar del motero ya me cansa, me aburre a mí misma y me duele, así que me está costando infinito hablar de este viaje, pero bueno. Vamos a probar si escribiendo, las heridas, ya casi cicatrices, terminan de sanar.


Esta escapada no era para hacerla con otro chico. No quiero sustituirle en ningún momento, porque no tiene sustituto, porque para mí, el motero, será siempre mi furbi y será él. Entonces, se lo propuse a mi hermano, y mi hermano se lo propuso a mi padre... y por consiguiente a mi madre. Se convirtió en un viaje familiar. Nunca habría pensado que viajaría a ese lugar en familia. Antes hubiera ido sola que con otro chico también lo digo. Tenía muchas ganas de ir, además de conocer el nacimiento del Río Cuervo, o el Nacimiento del Río Júcar (está todo en mi Instagram: @pid92), y finalizar el día en Cuenca, que es maravillosa, me ha encantado. Por cierto, gracias a Belén por todas las indicaciones que me dio, ya que es su tierra como ha escrito muchas veces aquí y conoce también lo que me gusta.


Conseguí ver todo lo que me había propuesto. Tengo vídeos, miles de fotos y fue un día en el que le eché mucho de menos. Vi a muchos moteros y sentí envidia y un poquito de nostalgia, pero la vida es así. Él decidió irse y a mí me tocó respetar su decisión, punto y final.



Es un lugar asombroso. Hice el turismo que a mí me gusta, ya que considero tan importante ver lugares así de mágicos como ver las Casas Colgadas que son un icono del turismo español. Estas pequeñas escapadas improvisadas, ya que se me ocurrió ayer al ver el buen tiempo que iba a hacer, y dije, pues me voy y me llevo al enano. Fue un día como os digo lleno de sentimientos, de altibajos, pero lo disfruté. Echar de menos no es malo, no es ya un echar de menos que me hunde en la mierda, no, ya no, es como... podría haber sido bonito, y podríamos haber comido aquí y haber ido allí, no sé si me entendéis lo que quiero decir. 

El Ventano del Diablo, es un recuerdo, un lugar especial que se queda en mi corazón junto a una "invitación" que tengo impresa y puesta en mi habitación. Las cosas podrían haber sido distintas. Es una pena. También he vuelto a los quince años, y me han dado ganas de escribiros que he estado con un chico increíble, y casi casi el amor de mi vida, por si en el caso de que lo leyera... le diera en las narices, si es que aún siente algo... Luego he pensado que no voy a mentir en mi blog, no lo he hecho nunca, ya que es mentirme a mí misma, también que es absurdo porque estoy completamente segura de que ya no lo lee, cien por cien segura, y hubiera sido una idiotez malgastar así mi imaginación, y tercero, la vida es así, si le echo de menos, ¿qué? ¿Qué pasa? Es lo que hay, ya está. 


Os dejo un par de fotos de ese sitio por si os animáis a visitarlo, aunque ya os digo, están en Instagram y Facebook. Por cierto, gracias por los comentarios sobre mi cambio de look, sois geniales.

Patri Izquierdo Díaz

Mi clase

Voy a hacer un mes en mi nuevo trabajo, en una Escuela Infantil que lleva régimen de colegio y que es de carácter religioso en Vallecas, de ahí, mis atascos todos los días en la M40 a las 8:15 de la mañana para poder llegar puntual a las 9.



Me está costando adaptarme ya que vengo de un colegio totalmente distinto. En este encontramos familias con posibilidades, es decir, hablando claro, adineradas, con mucho estilo, exigentes y que esperan que sus hijos sean los mejores del mundo entero a poder ser. Es muy distinto de la CEMU, que si tenéis interés os cuento todo sobre ella, porque para mí, es el mejor centro que hay precisamente porque es especial, distinto y favorece mucho más que el nivel académico que nos piden los inspectores, favorece la educación en valores y hacer crecer a nuestros niños como personas.

Aquí me obligan a llevar moño de maestra (sí, sí, maestra, no profesora), las uñas sin pintar e ir maquillada sutilmente, es decir, de señorita de antiguamente. Es muy curioso, nada de móviles durante el día, ni siquiera en la hora libre porque es para sociabilizarnos entre las compañeras, charlar, interactuar. Es como trasladarte a cuando nuestros abuelos eran pequeños. Se exige una educación muy exquisita dentro de lo que se puede porque no dejan de ser niños. El uniforme también es muy curioso, llevamos batas como los médicos, me refiero al pijama, pero tiene que ser de muñequitos y colores. Es muy bonito, no está mal.

Salvando estas normas que establece el centro y que son totalmente respetables, obvio. Tengo una clase de 20 niños adorables. Que ya por lo menos no me lloran tanto, solo me quedan tres o cuatro que aún les cuesta. Pero se han aprendido mis canciones, se sientan todos en la alfombra, vienen si les llamas (a veces), y cada vez que me ven por el patio o por un pasillo, aunque nos acabemos de ver, vienen todos a besarme, a abrazarme, a contarme sus problemas con sus lenguas de trapo (a algunos no les entiendo aún, pero poco a poco) y esa es la magia de mi trabajo. 

Das mucho, das hasta que no puedes andar un viernes, que la espalda te mata, la cabeza sientes que te estalla, al final del día sólo quieres dormir y escuchar el silencio, pero a cambio, te dan tanto amor, tanto cariño, te dan tanto... Que lo compensa todo. Que estar hoy domingo haciendo programaciones de inglés, porque también soy la "teacher" y la encargada del departamento de inglés, lo compensa con creces. Amo mi trabajo como lo amaba en la CEMU, estoy muy contenta de empezar en otro sitio en el que de momento estoy bien. Con una chica de prácticas, que... ¡oh mamma! Dios nos piche confesados... (no digo más), pero todo es tiempo, adaptarse, esforzase por cumplir unos objetivos y la verdad, es que trabajando soy feliz, muy muy feliz.

Patri Izquierdo Díaz


¡Soy pelirroja!

¿Quería cambios en mi vida? Bueno, pues empecé por el pelo.

Lo primero perdonarme que haya estado tan desaparecida estos días, pero es que el trabajo me tiene absorbida en todos los sentidos (luego os cuento más). Pero quería dejar reflejado una de mis primeras veces, teñirme el pelo como La Sirenita. 

Mil gracias a mi estilista: Sonia. Que tiene más arte tiñendo que cocinando (ya sabes por qué lo digo). Menos mal que esto solo me durará unos cuántos lavados y las opiniones han sido bastante buenas, quizás me lo piense y... querida Sonia, lo hagamos fijo. 

Después de la sesión de peluquería este jueves, nos fuimos de compras. Necesito más ropa de tallas nuevas, esto de seguir bajando de peso, trae sus cosas buenas y sus cosas malas. ¿Buenas? ¡Ropa nueva! Y, ¿malas? Según mi Belén, se te pone cara triste cuando adelgazas así, de esta manera. 

Si lo piensas, realmente estoy adelgazando por todos los problemas que he tenido, pero bueno, más o menos, está todo en calma o me lo estoy tomando con otra filosofía, es verdad, que el trabajo lo es todo y me está viniendo genial.

Entre programaciones y deberes, iré escribiendo en el blog.

Besos y abrazos a todos. Gracias por estar ahí siempre.

Patri Izquierdo Díaz



miércoles, 25 de septiembre de 2019

Quien dice lo que no debe, escucha lo que no quiere

- ¿Estás bien? Estás muy callada - me pregunta desde el sillón.

- Estoy cansada... He tenido mi primera reunión de padres en el cole y no he pegado ojo - le he respondido en vez de decirle, he estado pensando en ti y en nuestra situación, porque estamos en el limbo de algo que no entiendo y estoy cansada de vivir cosas que no comprendo. Pero no soy lo suficiente valiente para decírselo. No en caliente.

- ¿Y ha salido bien? - insiste.

- Sí - contesto secamente.

- ¿Quieres que te relaje? - me pregunta besándome.

- No, de hecho, me gustaría estar sola... - le digo, sabiendo que estoy mintiendo como una campeona. No quiero estar sola, quiero la compañía de otra persona, y contarle a otro que tal mi día. Llevo toda la tarde mirando su número. Ni siquiera le veo en línea. Cualquier día me desaparece su foto de perfil y sabré que me ha borrado para siempre. Cosa que debería hacer yo y dejar de ser una pelele.

- ¿Quieres que me vaya? - pregunta extrañado.

Besa muchas bocas quien ha perdido la suya. ¡Y qué gran verdad es! Le miro y lo tiene todo, y es increíble como besa, como toca, como roza y te pone los pelos de punta, pero no termina de funcionar. Y encima es mi mejor amigo. 

- Si quieres quédate a cenar y vemos algo en la tele - le respondo rápidamente, en el fondo me siento fatal por mentirle, mejor dicho por ocultarle lo que hay en mi cabeza.

- Te hago la cena. ¡No digas más! - se levanta como un cohete hacia la nevera y la abre - ¿Cómo pretendes que te haga la cena si la nevera hace eco.

- ¡La compra! Dios mío, no me ha dado tiempo. He tenido cita en el médico de Zarzaquemada y no me he acordado - ¿Dónde tengo la cabeza? Esto es lo que tiene vivir sola.

- Patri... ¿Te has olvidado de comprar? Tengo que empezar a preocuparme por el tema de la comida... ¡otra vez! - me mira enfadado.

- No tengo ganas de discutir - le aparto buscando mi tarjeta para bajar en un momento a por algo para comer.

- Ya estamos discutiendo. ¿Qué te pasa? ¿Tienes la regla? ¿Qué pasa? Explícamelo. ¿El trabajo? ¿El médico? ¿Tu familia? - empieza a lanzar preguntas al aire.

- Odio que me digas que si tengo la regla cada vez que discutimos. ¿Y tú, la tienes? Porque eres el que no paras de pinchar. ¡No me pasa nada! Estoy bien, ¿vale? - Y me siento peor por mentirle.

- Pues deja de tocarte la oreja... ¡Porque es mentira! Y creo que me estoy haciendo una idea de lo que te pasa. El único tema que me has contado con medias verdades desde el principio... ¡El puto motero! ¿Te ha hablado? - "Ojalá", esa palabra pasa por mi mente mientras veo que su expresión empieza a cambiar.

- No. Ya es historia. No tiene nada que ver con él - "mentirosa" me llama mi conciencia más interna.

- ¿Es otro?

- ¿Qué otro? ¡Como si tuviera un harén! No hay otros, no hay nadie... - Cagada... Si es que... un filtro en mi boca no vendría nada mal, y ya no hay vuelta atrás.

- Gracias por llamarme "nadie". ¿Eso soy para ti? ¿Nadie? - sus preguntas me empiezan a acorralar - ¿Entonces qué somos? ¿Amigos? Porque esa palabra se nos ha quedado pequeña, ¿no crees? En cuanto te empotré y te pusiste a gemir porque te toco...

Mi mano impactó en su cara. No es la primera vez que se la cruzo. Pero es que es el único hombre que saca lo peor de mí.

- ¡Eres un gilipollas! Eso es lo que eres - me di la vuelta y conté hasta cien. No fue suficiente, respiré y conté hasta mil - Lo siento, no debería haberte pegado.

- Va a ser mejor que me vaya... Además hoy me están esperando - me contesta recogiendo sus cosas.

- ¿Cómo puedes dormir tranquilo haciéndole a ella esto? - me arrepentí de esa pregunta según salió de mi boca.

- Porque ella no eres tú - dijo acercándose por mi espalda - A mi me dolería que volvieras a saber algo del motero, porque eres tú. Y a ti no te quiero compartir.

- ¿Y yo te tengo que compartir a ti? - pregunté sin darme la vuelta a mirarle.

- Eso solo está en tus manos. Pídemelo... - hizo una pausa - Pero nunca te decides a hacerlo. En algo le doy la razón a Peter Pan, y es que lanzas la piedra y escondes la mano. ¿Me quieres? Demuéstramelo. Pero no voy a dejar a una persona que me hace feliz por alguien que no tiene nada claro - dijo poniéndose la chaqueta - Bueno, algo claro tienes, le quieres a él. A una persona que no te puede hacer más daño, al que le importas una mierda, el que no ha querido volver a saber de ti, el que te dejó cuando más lo necesitabas... Ese que no quiere a nadie, y que solo hace daño. Eso es lo único que tienes claro. Pero, Patri, y esto es al margen de lo que yo pueda sentir, todas tus amigas te avisaron sobre él. Todas, sin excepción, además desde el primer día. Y te lanzaste, y le esperaste, y te fuiste con él de viaje, aún sabiendo lo que todos opinábamos y lo que seguramente iba a pasar, que tú te convertirías en una más. No esperes un mensaje de él. No lo vas a tener. Empieza de cero, vales mucho más que él. Mucho. Eres más guapa, eres mejor persona, porque le das mil vueltas en todo. Eres más inteligente y más lista. Eres superior en todo. Busca a alguien que esté a tu altura... Y que te quiera, que te quiera tanto como los que estamos a tu alrededor. Que te ame con tanta locura que te muestre a todo el mundo, que no te borre y finja que no te conoce si te ve por la calle. Eso es lo que quiero para ti.

- ¿Y ese eres tú?

- Desgraciadamente, tengo más competencia. No dudo del amor que siente Peter Pan por ti. Me parece sincero. Pero es obvio, que yo te quiero, y te lo demuestro cada día...

Me di la vuelta y le miré a los ojos. "¿Qué estoy haciendo?" me puse de puntillas, le agarré del cuello y le besé. Le besé suave, lleno de agradecimiento por quererme tanto. Le acerqué más a mí y el me cogió de la cintura. Le empecé a desabrochar la camisa y él a desnudarme subiéndome en la mesa del comedor. Ya estoy perdida...

Patri Izquierdo Díaz


Sería algo así, sí

— Hola...
— (P̶e̶n̶s̶é̶ ̶q̶u̶e̶ ̶n̶o̶ ̶v̶o̶l̶v̶e̶r̶í̶a̶s̶ ̶h̶a̶b̶l̶a̶r̶m̶e̶.) Hola, ¿Cómo estas?
— (M̶a̶l̶,̶ ̶m̶u̶y̶ ̶m̶a̶l̶.) Muy bien, ¿y tú?
— (H̶e̶c̶h̶a ̶m̶i̶e̶r̶d̶a.) Bien.
— ¿Qué es de tu vida?
— (M̶i̶ ̶v̶i̶d̶a̶ ̶d̶e̶j̶ó ̶d̶e̶ ̶s̶e̶r̶ ̶v̶i̶d̶a̶ ̶c̶u̶a̶n̶d̶o̶ ̶d̶e̶s̶a̶p̶a̶r̶e̶c̶i­̶s̶t̶e̶ ̶d̶e̶ ̶e̶l̶l̶a̶.) Bien, ¿y la tuya?
— (T̶e̶ ̶e̶c̶h̶o̶ ̶d̶e̶ ̶m̶e̶n̶o̶s̶.) ̶Muy bien, estoy saliendo con alguien.
— (Q̶u̶e̶ ̶r̶áp̶i̶d̶o̶ ̶t̶e̶ ̶o̶l̶v̶i̶d̶a̶s̶ ̶d̶e̶ ̶m̶i̶.) Me alegro.
— (¿T̶e̶ a̶l̶e̶g̶r̶a̶s̶?̶ ̶p̶f̶f..) Gracias, ¿y tú? ya debes tener algún chico.
— (S̶i̶ ̶p̶u̶d̶i̶e̶r̶a̶ ̶s̶a̶c̶a̶r̶t̶e̶ ̶d̶e̶ ̶m̶i̶ ̶c̶a̶b̶e̶z̶a̶ ̶t̶a̶l ̶v̶e̶z̶ ̶s̶i̶.) Si obvio, hay uno que me gusta mucho, quiero algo serio con el, pero voy de a poco..
— (T̶e̶ ̶p̶e̶r̶d̶í ̶d̶e̶l̶ ̶t̶o̶d̶o̶ ̶y̶a̶)
Ah ok.
— (E̶s̶ ̶d̶i̶f̶i̶c̶i̶l̶ ̶e̶m̶p̶e̶z̶a̶r̶ ̶a̶l̶g̶o̶ ̶s̶e̶r̶i̶o̶ ̶c̶u̶a̶n̶d̶o̶ ̶e̶s̶t̶o̶y̶ ̶e̶n̶a̶m̶o̶r̶a̶d̶a ̶d̶e̶ ̶t̶i̶.) Ok.



Beret... ¡despedido!


"Me vas a ver reírme, feliz, y viviendo bien, cantando, bailando, y perdiéndome.
Mostrando mentiras de cómo es mi vida, olvidándote

Me vas a ver cogiendo la mano de no sé quién. Haciendo lo que nunca quise hacer. Volviéndome loco, partiéndome en trozos por no entender"


Me he caído del unicornio rosa

Esta entrada seguramente no la leas porque no te la voy a enviar y como leer te da alergia, voy a escribir sin cohibirme, y utilizar mi blog como antaño, para organizar mis ideas.

Hace unos días viajaba por el mundo montada en un unicornio rosa y viendo la vida a todo color. Hoy el unicornio ha frenado ante la realidad y me ha tirado.

Vamos a ver. Eres mi amigo, mi mejor amigo. Eres un super hombre, eres mi Superman, y has estado siempre. Eres guapo, nos gustan las mismas cosas e incluso tenemos el mismo carácter (y tú más). Me estoy liando y no quiero añadir más problemas a mi vida cuando ya estoy viendo la luz de "El Gran Problema". Me he liado la manta a la cabeza y no he pensado en las consecuencias. Pero tengo amigas que hacen de conciencia. Bueno, sólo ella, porque es la única que lo sabe. ¿Crees que hemos acabado con nuestra amistad? Yo me niego a pensarlo. Pero... No quiero que nada cambie, si esto no sale bien, y sobre ello, estoy teniendo dudas. 

De repente, te tengo hasta en la sopa. Llamadas, visitas, mensajes, detalles, no salimos de la cama, y me estoy agobiando porque necesito mi espacio. Estoy haciendo cosas que no quiero por no saber decir NO o HASTA AQUÍ. Y me gusta lo que hacemos, ¡me encanta! Te lo puedo asegurar, pero, no sé hasta qué punto quieres más. No me gusta compartirte, siempre he buscado la exclusividad, pero tampoco te voy a pedir nada, porque ni siquiera estoy segura de lo quiero en este momento. No te puedo ofrecer algo más allá de lo que tenemos, quizás con el tiempo... Pero no lo sé. Yo ahora mismo, estoy viviendo mi vida, bien o mal, pero sin pensar en las consecuencias, estoy siendo egoísta y mirando solo mi ombligo. He dado demasiado a otra persona, y no me ha dejado nada, ni para mi, ni para ti, ni para otro. 

No estoy hablando de que quiera a otros... Que el tema "Peter Pan" está en el aire. Pero no sé enfocar esto, no sé qué es esto y qué puedo esperar de ello. No quiero etiquetas, pero no quiero confundir los límites y que esto salga mal. Te quiero, te aprecio y te valoro demasiado para perderte por un par de polvos. No me arrepiento de este fin de semana, ni de estos días. Supongo que había una tensión sexual no resuelta que había que resolverla y que... el boxeo ayudó. Pero una vez hecho, ¿qué? Siento decirte que no eres el motero, y siento, te lo juro no poder quererte tanto como te mereces, en el sentido del amor más puro, pero algo dentro de mí, no termina de funcionar.

No sé qué voy a hacer contigo, pero no dejo de darle vueltas al tema porque creo que no estamos en el camino correcto. Al menos, yo no me siento bien y como dice Belén, dormir con la conciencia tranquila es muy importante. Tampoco recuerdo la última vez que dormí profundamente y tranquila. Estoy un poco perdida. No me apetece apostar por nadie ni nada más que por mí. Tengo un trabajo que me da mucho dinero, tengo muchos viajes reservados ya, proyectos que se están cumpliendo... Me encuentro luchando por mis sueños y consiguiéndolos, no tengo espacio ni lugar para nadie. De hecho, que me quitara las aplicaciones de conocer a gente es por eso, porque no tengo ni tiempo ni ganas de conocer a nadie. Me parecen todos iguales de la saturación que tengo. Y contigo he encontrado que estoy a gusto, feliz y en confianza para ser yo misma y satisfacer todas mis necesidades de ser humana. Si lo miras friamente, casi es utilizar a una persona como objeto sexual, pero no es así. Te lo prometo, estoy contigo ahora mismo porque sólo puedo estar con gente de confianza y a la que ya quiero.

Mi gran miedo, es, ¿qué pasa con nuestra amistad? Es el miedo que he tenido durante tantos años. No te iba a sacrificar por un polvo y ahora... Y supongo que aunque esto se acabe, vas a seguir estando a mi lado, como siempre, metiéndole caña a los coches, enseñándome a conducir motos, rebuscando en los desguaces... Incluso bailando. No quiero perderme nada de lo que hacíamos juntos. Tampoco quiero pedirte perdón por nada, sería una falsa, porque no me arrepiento de absolutamente nada. Pero... No quiero perderte, ahora no. 

Quizás necesitemos una conversación donde te exponga todos mis pensamientos y dónde tú me ayudes a organizárlos, pero presiento que terminaremos discutiendo porque uno de nuestros problemas es que no sabemos hablar, y que somos más chulos que un ocho, también. Como he dicho antes, no te voy a comentar nada de momento sobre este escrito, antes necesito organizarme yo. Tengo la opinión de Belén, ahora tengo que buscar la mía y ser madura y responsable de mis actos, y decidir. Todo acto tiene su consecuencia. Nosotros no nos rendimos, no somos de los que abandonamos, somos luchadores, lo damos todo por los nuestros... No vamos a perdernos en el camino. Son 16 años los que demuestran nuestros valores, nuestro cariño y nuestra amistad. Pero creo que esto hay que hablarlo. No sé cuándo. Ni cómo exponértelo. Pero hay que hacerlo.

Esta noche será larga... Me lo paso mejor contigo, ya que me haces olvidar y es junto lo que necesito ahora.

Patri Izquierdo Díaz


... cuando salga de esta

"Me vas a ver
Reírme, feliz, y viviendo bien
Cantando, bailando, y perdiéndome
Mostrando mentiras de cómo es mi vida, olvidándote.

Me vas a ver
Cogiendo la mano de no sé quien
Haciendo lo que nunca quise hacer
Volviéndome loco, partiéndome en trozos por no entender... "

Beret, el jodio Beret, ha sacado una nueva cancion y como si supiera de mi vida, ha vuelto a dar en el clavo. ¿ De verdad este hombre tiene tantos problemas como yo o es que hay alguien que se chiva de lo que me pasa? 

La escuche el otro dia. La verdad es que iba a acelerada y solo la oi. Pero hoy.. se me ha clavado un nudo en la gartanta pensando en que soy yo la que tiene que hacer todo eso que dice por salir adelante...

Hace mucho que evito hablar de este tema. Es algo que me duele. Algo que se me escapa de las manos. Algo a lo que le he dado mil vuetas, y estaba parado. Algo por lo que me he esforzado. Algo que no tiene solucion. Algo que se repite. Y la gente se cansa de escuchar siempre lo mismo. 

Cuando acaba el verano se lleva muchas cosas consigo. En mi caso, el "amor" es una de ellas. 

Mi amor de verano ha sido especial. Todos lo son. Pero el mio ha sido diferente porque no empieza y acaba en estos tres meses. El mio se repite en cualquier epoca del año, cada cierto tiempo. Es una herida que nunca se sana. Nunca deja de sangrar por mucho que le ponga tiritas. Es una herida que se ha infectado... 

Mi nivel de masoquismo es tan alto que siempre me gusto pensar que si la historia siempre se repetia es porque era de verdad. Porque estabamos destinados. Porque lo nuestro podia hasta con nosotros mismos y nuestras cabezonerias. Pero despues de tanto tiempo me doy cuenta de que he sido solo una ciega que no ha querido ver. 

No voy a ir de marti. No voy a decir que no he hecho mi vida por sentarme a esperar. No, santa precisamente no soy. Pero nunca cerre la puerta. Una parte de mi se quedo ahi soñando con un " deja de vivir sin mi, que yo sin ti ya no puedo" 

Que ilusa no? Que de libros me he bebido y que de peliculas ñoñas me he tragado.. para al final darme cuenta de que no va a volver. 

Estoy mas enfadada conmigo que contigo, gitano. Entiendo que en los sentimientos no manda nadie. Pero podria haber sido mas lista. Yo, la borde, la fria, la estrecha, la orgullosa, la que va por la vida sin corazon.. se retira. Creo q no puedo nadar mas a contracorriente. Estoy cansada. No puedo mas. El ventolin no hace efecto, mis pulmones se han quedado sin aire..

A quien quiero engañar? Yo quiero ser la prioridad de alguien. Quiero que me miren y me vean bonita aun sin serlo. Que les gusten mis mil millones de defectos y quieran mis virtudes, porque aun siendo pocas, las tengo. Que piensen en mi. Que se preocupen. Que me cuiden. Que quieran hacer mil planes cnmigo sin un pero. Quiero recibir lo que yo he dado, hasta quedarme sin nada. Porque es lo que me pasa.. estoy vacia. No me queda nada ya. Y por eso me voy... sin hacer ruido. Sin bloquearte. Sin gritarte como la loca soy. Me voy para que cicatrice mi herida. Una cicatriz de guerra. De la que voy a presumir, cuando salga de esta.

Belén Triguero Guijarro