Sigo pensando que los amores no correspondidos son la droga natural más potente de este mundo. Tanto de los que los sienten como de los que no los corresponden… Todos siempre acaban sufriendo, pero vuelven a caer en sus redes…
Hay una épica difícil de explicar: se sufre, se intenta, se sufre, se prueba… ¿Qué te lleva a desear a alguien con tanto ahínco cuando sabes que no te quiere? Y si lo has sentido, si te has sentido deseado y has rechazado a la otra persona, ¿por qué entonces deseas a alguien que sabes que no te corresponderá?
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