Hoy debe ser que estoy inspirada, porque me apetece seguir escribiendo algo más. Parece que el sueño se resiste a llegar, y no será por lo cansada que estoy.
¿Es normal estar con alguien y justo en ese momento que aparezcan más personas por las que tu interés crece? Esto no lo entiendo mucho de verdad. Es como si tras mucho tiempo, decides hacer un régimen para adelgazar y te empiezan a llegar visitas cargadas con dulces, pasteles y demás. ¿Qué le pasa al mundo? Moría por encontrar ese alguien. ¿Y ahora? Eso no es lo peor, lo peor es cuando comienzas a oler esos pasteles.
Ahora bien, soy consciente de mi régimen y me puedo permitir decir "ahora no". ¿Hasta cuando?
Necesito con urgencia que vuelva, que volvamos a pasar largas noches mirando la ventana de esa maravillosa calle madrileña. Aunque pensándolo bien, ni siquiera necesito eso, sólo a ti.
Estoy en una noche de reflexiones por lo que veo, me siento como en un bosque perdida con miles de caminos que elegir y no sé cual me llevará antes a casa. Sé que solo tengo que escuchar a mi corazón y dejarme llevar, pero mi corazón calla...
Lo mejor que debo hacer hoy es sentarme junto al calor y dejar de pensar, ya que enero acaba y febrero será un mes muy duro. Necesito fuerzas, fuerzas de ese alguien que está lejos, una vez más me despido sola. Mañana será otro día.
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