Encerrada en mi coche sola. Apago la música y me dedico tan solo a ver el paisaje, nada que ver con lo que me producías al verte desnudo en mi cama. Silencio. Las nubes descargan con furia todo el peso que llevan, las gotas chocan bruscamente con el cristal expandiéndose a su antojo, llegándose a mezclar unas con otras.
Más silencio. Los latidos de mi corazón los confundo con la lluvia, mi ritmo empieza a subir. Los días de lluvia ya sabes que me gustan y me hacen sentir. Te echo de menos de repente. Siento frío. El tiempo se ha parado y el calor se ha ido. Cada vez más fuerte la lluvia impacta en mi coche. Sin querer toco los limpias y todo aparece. La vida de nuevo se abre ante mi, la ciudad está a mi pies. Es hora de encender la música, de subirla, de no escuchar más a mi interior, seguir con la función. Rugido del motor, es hora de volver al mundo normal en el que tú y yo somos uno más.
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