Quizás exista una explicación y todo esto no sea una locura. A lo mejor es lógico que suceda porque cuando nos diéramos cuenta de la fuerzas con la que nos amamos. No lo sé. Lo único cierto es que el amor es cegador cuando te golpea, pero es muy lúcido cuando se marcha. Y yo he tenido que abrir los ojos y esforzarme mucho para verte con nitidez. Porque yo no quería ver que tú no me querías del mismo modo. Y. aun así, y pese a estar herida, sigo pensando que el amor lo puede todo. Todo lo mueve. Quizá esté equivocada. Quizá, a pesar de la lucidez, siga sin verlo claro.
Lo que me ocurrió contigo, después del punto, olvidé apartarte.
La luz de Candela
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