lunes, 29 de septiembre de 2014
Desconfianza
Por alguna extraña razón, me cuesta muchísimo confiar en alguien, en mostrarle cómo soy yo de verdad, en desvestir ese disfraz que el tiempo y la experiencia han ido creando con forma de armadura.
A diferencia de otras personas, olvidar, resulta ser un suspiro, un alivio, una persona menos a la que seguir conociendo y recogiendo la cosecha de la confianza.
Para mi es doloroso abrirme a la gente. Es un miedo aterrador que se mezcla con pánico. Confianza es lo que hay cuando alguien te falla y te duele. En algunos casos, te duele tanto que cambias, en otros, tan sólo lo dejas pasar y lo guardas en alguna parte de tu memoria, y sigues adelante.
Yo no puedo, esa confianza, en mi caso desaparece para dejar paso a la indiferencia, a la anulación de cualquier sentimiento que haya existido y que jamás volverá a existir.
Es tajante, lo sé. Pero creo que es lo mejor para mí. Lo mejor es que nadie te llegue a conocer hasta tan punto, que tu estabilidad y tu bienestar estén en su poder.
Y os aseguro que se puede tener amigos, o a gente que quieres. Pero sabes que los amigos son pasajeros, que a veces no están y que otras simplemente, no son tan amigos como creías. No hace falta estar sola, sólo marcar distancias, crear una seguridad de uno mismo.
Es posible que todo esto sean palabras y esté esperando al que me conozca de verdad, a esa persona que siempre se espera, que tarda tanto en llegar y que cuando llega, hace que pierdas los sentidos, que se derriben tu murallas, que te sientas pequeñito, que tu corazón grite que lo ama... hasta el día que ocurra algo que te duela, y ya no haya nada que puedas hacer.
Patricia Izquierdo Díaz
sábado, 27 de septiembre de 2014
Me sobran ciertas cosas
Por una vez, empiezo una etapa siendo yo misma, cómoda y segura entre buenos amigos. Los nuevos conocidos que estoy haciendo no esperan mucho de mi, no hay expectativas, no hay presión, nada se espera de mi, tan sólo ser yo y con eso les es suficiente.
Y es una dura tarea, después de tanto tiempo viviendo para ser la que todos esperan: "la hija que se espera", "la estudiante que esperan mis profesores", "la amiga que se espera" y ya me cansé. Soñadores, vivo mi vida, persigo mis sueños, me centro en mí y lucho por mis metas. Sé lo que tengo que hacer y lo que debo hacer, que son dos cosas muy distintas. Sé diferenciar lo bueno y lo mano, aunque a veces lo malo se vista de bueno y me engañe una vez más. Puedo parecer tonta o poco espabilada, pero me entero de todo. Sólo que hay que pasar por alto muchas si quieres ser feliz y seguir el camino que te has marcado.
Si cada cosa nos preocupara tanto que no nos dejara vivir, la culpa de perder aquella vida que se va y jamás vuelve, es culpa nuestra.
El pasado es pasado, y el presente es un folio en blanco. Debemos escribir o no, debemos inventar o no, debemos pintar o no, debemos sólo hacer lo que nosotros queramos. Sólo vivir nuestra vida, respetando a los demás y haciendo que nos respeten tanto nuestras decisiones como nuestra forma de ser.
Quizás esta idea que os comento y que estoy haciendo cada día mía, es muy individualista. Otros pueden pensar que solitaria. Es posible, que si todos pensáramos así, todo sería más fácil. es una idea basada en el respeto, en no opinar del de allá, en no juzgar. Nadie sabe lo que hay detrás de un comportamiento o de una decisión de uno para opinar sobre ella. Y es lo único que pido para mí. Silencio ante mis decisiones.
La sinceridad no es siempre es buena, el decir las cosas a veces es inadecuado, no es una virtud. No me gusta la gente así. Me gusta la gente que opina en el momento en que pido consejo, lo demás me sobra. Ellos me sobran.
Patricia Izquierdo Díaz
miércoles, 24 de septiembre de 2014
martes, 23 de septiembre de 2014
Pensamientos para la próxima semana
"Para salvar al mundo, debes empezar salvando a las personas de una en una", decía el escritor Charles Bukowki. "Todo lo demás es puro romanticismo y política". Te invito a que hagas de esta reflexión uno de tus pensamientos conductores de la próxima semana. Traduce tus elevados ideales en acciones que tengan un resultado práctico. En vez de hablar simplemente de las buenas acciones que te gustaría hacer, hazlas en serio. Y, dentro de lo posible, asegúrate de que todos los detalles de tu vida cotidiana reflejen tu visión de la máxima verdad belleza.
lunes, 22 de septiembre de 2014
domingo, 21 de septiembre de 2014
Yo estaba enamorada de ti
"Aquellas palabras que no se dicen, son las que más duelen" dice un cantautor, y qué verdad es. Lo comprobamos bien, ¿verdad? Demasiadas miradas que decían todo y dos bocas demasiado calladas. Discusiones en silencio, vacíos rellenos con abrazos rotos, besos al aire sin destino... y esa puerta cerrada que no volvió abrirse desde el día que te fuiste.
Silencio y tristeza son los nuevos inquilinos de mi casa, es entonces cuando me doy cuenta de todo, principalmente, de que yo estaba enamorada.
Parecía que todo iba bien, la pareja perfecta eramos para todos, grandes expectativas nos esperaban y hasta ese día yo no sabía que te quería... ese día que abandonaste mi vida. No hubo tiempo, tampoco ganas para desvelarte lo que acababa de descubrir... Yo estaba enamorada de ti.
Patricia Izquierdo Díaz
sábado, 20 de septiembre de 2014
Diario de una soñadora, abierto para vosotros.
Muchísimas gracias a todos por vuestras visitas de cada día, aquellas que me han llevado a ser más de 16.000 que se dice pronto. Quizás no sean demasiadas para algunos, para mí las suficientes para seguir intentando mi sueño de ser escritora y publicar mi novela.
Quiero dar también las gracias a aquellos que me siguen, ya sea por el blog o por la página de Facebook, porque sin vosotros, mi lucha no serviría de nada.
Agradecer a Laura, por haber compartido sus poemas con todos a través de Diario de una soñadora, espero que lo siga haciendo, este diario está abierto para ello y para todos vosotros que queráis ser escuchados, que queráis mostrar vuestros sueños, que deseéis decir a quien nos lee, vuestro eslogan o frase de vuestros día a día. Para cualquier cosa, Diario de una soñadora permanecerá a disposición de cualquier soñador que tenga algo que decir.
De nuevo, muchas gracias a todos por acercarme un poquito a más a mi sueño.
No te acuestes para dormir, duerme para soñar y levántate para conseguir esos sueños.
Diario de una soñadora
Cuando el miedo no se afronta
En ocasiones, cuando un miedo no se afronta y no se resuelve del todo, se agazapa y permanece al acecho, como una pantera negra escondida en la alta hierba, en la confusión cotidiana, lista para saltar y para reaparecer con toda la violencia de sus garras… imposibilitando cualquier posible duda.
Federico Moccia
Cruzarías a nado el océano
El amor es cuando no respiras, cuando es absurdo, cuando echas de menos, cuando es bonito aunque esté desafinado, cuando es locura…cuando solo de pensar en verlo con otra cruzarías a nado el océano.
Federico Moccia
jueves, 18 de septiembre de 2014
Gracias por hacerme seguir soñando
Tenía muchas ganas de presentaros a alguien de mi entorno. Alguien a quien conocí hace un par de años. A la que sin dudar me acerqué y comenzamos a hablar. Parece que fue ayer cuando supe que tú eres distinta a todas las demás. Pronto empezamos ha descubrir nuestros gustos en común, aquellos que han hecho de aquel encuentro una bonita amistad.
En poco tiempo, supe que ya te quería, eras como una especie de equilibrio que me acompañabas en mi camino. Hemos tenido nuestros momentos de perder el tiempo, de estar tiradas en un sofá y pasárnoslo tan bien como cuando disfrutamos de una noche de concierto.
Sé que con una mirada muchas veces nos lo decimos todo, y sé que sabes que con esa mirada me has hecho muy feliz al saber que te quedas en Madrid, esa ciudad, nuestra ciudad que tanto nos tiene preparado. Para expresarme mejor, he encontrado unos versos de una canción cualquiera que me viene perfecto para este momento.
Tantos cambios vencidos, los momentos vividos
y aún los que están por llegar
hacen que nos demos cuenta
que este momento juntas
si queremos perdurará.
Que no importa el lugar, sea aquí o allá,
donde cantemos esta canción.
Yo canto a las palabras y recuerdos
escondidos en el fondo de mi cajón.
Aquel que te abro a diario,
donde tienes tu sitio
para siempre y que se llama corazón.
Supongo que os preguntareis a qué viene esto, quiero agradecerla que desde el primer momento que supo que yo escribía, me apoyó, y no sólo en eso, en todo. Ella siempre esta ahí, y para mi es un honor que comparta en este blog, o si lo estas leyendo desde Facebook, un trocito de ella, de una soñadora como yo, con mucho talento y ganas de seguir soñando... Para vosotros, el primer escrito de Laura que publica aquí, y espero que no sea el último...
Patricia Izquierdo Díaz
Laura Corchado y Patricia Izquierdo
miércoles, 17 de septiembre de 2014
martes, 16 de septiembre de 2014
Aquella tarde me enamoré de ti
Césped, ganas de bailar, contigo... sin música, sin acordes, sin ritmo... Sólo tú y yo. Sobran las palabras, no hay palabras que decir ahora, sólo miradas y demasiadas canciones en mi cabeza que podría cantarte mientras agarras cada vez más fuerte mi cintura... y seguimos bailando, agarrados, y más vale que no me sueltes porque caeré a tus pies... "No me sueltes nunca" dijo mi mente, pero no lo bastante fuerte para que llegara a mis labios.
Te pienso y siento miedo de mi. Esto no debería estar ocurriendo, pero aquí me tienes, levitando, en las nubes, simplemente pensando en ti... a cada roce, a cada balanceo, a cada mirada...
Apuesto a que no sabes que aquella tarde me enamoré de ti, apuesto también a que no sabes que volvería allí, contigo.. Apuesto a que no sabes que moriría por tenerte aquí y que te daría un beso que no tuviera fin...
Es posible que ahora te estés enterando... o no. Te pienso y te sigo esperando, porque si lo lees, ya lo sabes, aquella tarde me enamoré de ti.
Patricia Izquierdo Díaz
Tierra bajo mis pies
Descalza, apreté la arena bajo mis pies, me siento fuerte, dejando mis huellas al caminar... El último baño de la temporada, esta nublado pero no me importa. En este momento no importa nada más que yo. Un momento en el que yo soy la protagonista. Miro esa puesta de sol, soy consciente de que lo días son más cortos. El otoño acecha, ya viene, las hojas amarillean... pero tampoco me importa.
Estoy sola, y así será durante mucho tiempo... el corazón grita que quiere amar, pero me olvidé de lo que era eso, sólo recuerdo que amar duele, duele tanto o más que si te arrancaran un brazo, seguramente que del 1 al 10, es 11...
Aquí esta claro que no necesito a nadie para dejar una huella bajo mis pies, tampoco le necesito para sentir como el agua me rodea, me abraza, me balancea como si tuviera el mismo peso que una pluma... Es una sensación de libertad plena.
Recuerdo que un día estuviste aquí, pero hoy no. Volveré a hacer lo que siempre yo quise, volveré a tomar las riendas de esta vida que siempre me perteneció, pero fue tuya. Sólo tuya. Ya no hay miradas que intuyen, ya no hay pensamientos que hieren, ya no hay nada... Sólo tierra bajo mis pies. No necesito más para comenzar un nuevo camino... Sin ti.
Patricia Izquierdo Díaz
lunes, 15 de septiembre de 2014
Demasiados, demasiados...
Demasiados recuerdos bajo canciones de cantautores, demasiadas noches en Gran Vía, demasiadas ganas de verte uno de estos días, demasiadas noches pensando en qué harías, demasiados pensamientos, demasiados "te echo de menos", demasiados demasiados...
Y es que sin pensarlo allí estaba, bajo esa ventana tan famosa de tu casa, personaje principal de nuestra historia, todo de lo que un día fue y lo que nada será. Y yo sin saber que hacer, allí esperaba, un señal que iluminara mi triste pensamiento, mi desaparecida esperanza, y allí, ya no había nada... La historia se acaba, sin perdices ni finales de cuentos de hadas, esta historia finaliza tan deprisa como empezó aquel día, que olvidé poco después de saber que te quería.
Patricia Izquierdo Díaz
sábado, 13 de septiembre de 2014
jueves, 11 de septiembre de 2014
martes, 9 de septiembre de 2014
Larga espera
Parece que me he creado una nueva necesidad; verte un día más, tocarte otra vez. Mirar tus ojos, ese lugar donde me siento segura, me siento yo misma... donde todo es fácil. Es allí donde quiero estar a cada minuto del día, pero quince días son muchos días para lo que se ha convertido en una droga.
Sentirse segura, a salvo de todo, siendo una misma puede llagar a ser adictivo, y esto lo encuentro sólo a tu lado, sólo en esa mirada, sólo en tus caricias y abrazos, sólo lo encuentro de viernes a sábado.
Estoy volviendo a meterme en lo que juré que jamás volvería, en relaciones a demasiados kilómetros para una caricia o un beso. Pero parece inevitable, ver pasar los días y esperarte... esperar ese beso tuyo que roce mis labios, es momento intimo se hace impaciente para ambos, esa casa de Gran Vía que tantas veces es testigo de nuestra impaciencia.
Así pasan los días de espera, pensando, soñando, planeando, para luego vernos y perder el control a la vez que nuestras prendas. Es triste a la vez que romántica, esta larga espera.
Sentirse segura, a salvo de todo, siendo una misma puede llagar a ser adictivo, y esto lo encuentro sólo a tu lado, sólo en esa mirada, sólo en tus caricias y abrazos, sólo lo encuentro de viernes a sábado.
Estoy volviendo a meterme en lo que juré que jamás volvería, en relaciones a demasiados kilómetros para una caricia o un beso. Pero parece inevitable, ver pasar los días y esperarte... esperar ese beso tuyo que roce mis labios, es momento intimo se hace impaciente para ambos, esa casa de Gran Vía que tantas veces es testigo de nuestra impaciencia.
Así pasan los días de espera, pensando, soñando, planeando, para luego vernos y perder el control a la vez que nuestras prendas. Es triste a la vez que romántica, esta larga espera.
Patricia Izquierdo Díaz
lunes, 8 de septiembre de 2014
domingo, 7 de septiembre de 2014
El domingo
Madrid es perfecto, Gran Vía también. Es interesante como Valencia puede llegar a estar tan cerca de aquí.
Mientras duermo, no pienso en el fatídico domingo que se aproxima, como siempre el domingo es un adiós para nosotros. Madrid y Valencia vuelven a tomar las kilómetros correspondientes. Intento no pensar en ello, pero el reloj no para de hacer tik tak anunciando que el tiempo se acaba.
Se que llegará, como cada semana, pero aquí me tienes un día más, dejándome acariciar por ti, dejando que pintes círculos en mi espalda con la yema de tus dedos. Dime que esto es el paraíso, porque sino lo es, creo que le falta muy poco.
No pensamos, sólo sentimos, sólo acariciamos, sólo besamos, sólo nos miramos y con eso ya nos es suficiente hasta el domingo. El día en que todo volverá a perder el color, la magia.
Patricia Izquierdo Díaz