Quisiera envolver mi tiempo en el papel de la alegría,
envolverlo contra la humedad de las cosas
que ya no se pueden cambiar
y salir al mundo como la chica de una tarta
y olvidar por unos minutos ni contrato
a jornada completa con mis inseguridades.
Hoy la vida parece un paisaje melancólico
y a mí me gustaría rescatarme como en una de acción
cuando estaba resbalando por el borde del tedio.
No es que en mi cartelera solo proyecten
"la historia del hombre que anochece"
o que el mundo se haga el dormido y no me escuche,
es solo que me parece que la felicidad
es una pila recargable
y desde que hablé con ella
no encuentro ladrón.
Marwan
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