No soporto que vivas lejos y que vengas cada fin de semana. No aguanto cuando te pones pijo y piensas más en las normas sociales que en vivir tú mismo la vida que quieras. Tampoco aguanto a tu madre. Ni que no sepas cocinar. Que adores más las motos que los coches. No me gusta que no te guste el fútbol y que te empeñes en regalarme siempre flores. No quiero tus cenas a la luz de las velas, me gusta lo sencillo y simple. Aveces tu carácter me saca de quicio. Y tu mirada... me nubla mi juicio. Odio quererte tanto y seguir echándote tanto de menos. No sé si te odio más a ti o a mí por sentir esto...
Vuelve... porque echo de menos todo aquello que no aguanto de ti, porque eso, tus defectos, son lo que me enamoraron de ti. Lo demás (lo bueno) es un extra que no supe valorar cuando te dejé escapar.
Patricia Izquierdo Díaz
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