Estaba sonriendo y me enamoré. Sin preguntar. De su carcajada. De su achinar de ojos. Del suavizante con el que lava la ropa y de su manía de crujirse los dedos también. Estaba sonriendo y me enamoré. Sin escuchar. De sus aplausos y risa simultáneos, de su cabezonería y mal genio y de la cara que pone cuando se enfada. Estaba sonriendo y me enamoré. Sin más.
Y sí, siendo "ella" yo también, me enamoré loca y perdidamente.
Piensa antes de decir que no está bien que hasta que yo no he dicho no has notado nada diferente.
Jane RP
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