viernes, 11 de septiembre de 2015

O todo o nada

Tenía ganas de encontrar un rato en el que pensar y escribir todo lo que me ronda por la cabeza. He vuelto a la universidad, ya sabéis que en septiembre empieza el año, por mucho que las campanadas y las uvas anuncien esa llegada.
Dicen que el amor lo encuentras cuando menos te lo esperas. Había casi olvidado que dentro de mí, él nunca se borró, nunca llegué a olvidarle. Pasé página, pero dejé la esquina doblada para siempre poder volver a ella. Y digo esto, porque al levantar la vista de mi ordenador, allí estaba. Un amor perdido, olvidado, pasado, escondido, no lo sé. Nunca lo llegué a saber. Luché por él hasta el final, hasta que la distancia ganó y la incompatibilidad se interpuso entre nosotros. 
Él sabe, y yo también, que si pudiera volver a empezar, si pudiera reescribir mi historia de cero, lo elegiría a él, siempre. Nunca hubo nadie que le superara, por más que conocía gente, mi corazón no terminaba de abrirse dejándolo a él en un pequeño rincón, siempre ahí, como música, como ritmo, como el aire que respiro.
Por fin le tengo cerca, más cerca de lo que jamás imaginé nunca. No es el comienzo de nada, no hay segundas partes. Pero esta vez, sí me la juego. O todo o nada.

Patricia Izquierdo Díaz

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