Palabras,
que anuncian las despedidas anticipadas,
que explotan en mil pedazos cuando se callan,
que suben por tu garganta entrecortadas,
que matan.
Me pierdo,
pensando en nosotros y juro que no me arrepiento
de haberte entregado la vida.
Me queda lo bueno.
Te miro y a los ojos y sé que ha llegado el momento,
y tiemblo.
Te marchas,
y no se me ocurre decir ni una sola palabra
que acabe con este silencio que ahora me alcanza
y muero matando.
Te beso despacio y te digo que solo el amor ya no basta.
Mis años, mi vida, mis noches en siete palabras.
Cansada,
de no parar de dar vueltas en nuestra cama.
Volando en paracaídas por esta casa,
buscando rastros de vida, no que nada... que valga.
Me pierdo,
pensando en nosotros y juro que no me arrepiento
de haberte entregado mi vida, me queda lo bueno.
Te miro a los ojos y sé que ha pasado el momento... y el ego.
Se marcha y no se me ocurre decir ni una sola palabra,
que acabe con este silencio que ahora me alcanza
y muero matando.
Te beso despacio y te digo que solo el amor ya no basta.
Mis sueños, mi vida, mis noches se acaban.
Siempre pensaré que te encontró mi estrella de la buena suerte.
No sé como curarme el corazón.
Y ahora que está claro que ninguno de los dos fue tan valiente,
me pierdo entre la gente y tu voz.
Se marcha y no se me ocurre decir ni una sola palabra
que acabe con este silencio que ahora me alcanza
y muero matando.
Te beso despacio y te digo que solo el amor ya no basta.
Mis años, mi vida, mis noches en siete palabras.
Hoy te marchas y el silencio que entró en mi alma,
solo mirar por la ventana para verte llegar.
Ya no queda entre nosotros nada,
se acabaron nuestras palabras
y el recuerdo que no se marcha,
hoy se quiere quedar...
Amaia Montero
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