He aprendido a las malas que la
vida no tiene por qué ser una batalla. A veces simplemente naces con una mala
estrella, y otras veces la vas cagando por el camino, pero siempre hay
esperanza. Siempre hay otro día después, siempre hay un modo de compensar las
mierdas que has hecho y de recompensar a la gente que has herido, y siempre hay
alguien que te quiere, incluso cuando te sientes completamente solo y estás
flotando a la deriva, esperando la siguiente decepción. Siempre hay algo mejor
que está por venir.
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