Soy una mala mujer porque alzo la voz, porque soy independiente, porque no me molesta pagar la cuenta ni abrir mi propia puerta, por ello, soy una mala mujer.
Porque no me dejo, porque no me quiebro, porque me sacudo las lágrimas, me acomodo el escote y sigo para adelante, por eso, soy una mala mujer, porque no nací sumisa, callada, quieta, frágil, sino soberbia, entrona y estridente, porque cuando llego se nota y cuando me voy se siente.
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