Ayer la vi.
Pareciera que ha pasado un siglo.
Se la ve mejor que antes.
La pregunté que como había estado.
La preferí antes que a cualquier otra.
Ni siquiera puedo mirarla sin llorar.
Le dije que la extrañaba.
Lo decía en serio.
La amo.
La abracé por última vez.
Después me fui a casa y la recordé.
La perdí.
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