Dejé a mi novia, con la que estaba casi 3 años. Por saber que se sentía estar con chicas diferentes cada día, me comí como a 300 chicas; supe que se sentía ser un piroquero, mi novia paso meses llamándome cada día y siento decir que no sentí pena, me daba igual como estaba ella. Después de un tiempo me siento el tipo más asqueroso del mundo, me di cuenta que estar con miles de chicas no te da la felicidad. La felicidad que me daba ella cada vez que me sonreía, cada vez que se me antojaba como una niña inmadura.
Ahora soy yo el que le llama a cada día pidiéndole una oportunidad, así que les digo a todos esos tipos que tienen al lado a una princesa, que la valoren a cada minuto del día, porque no vale la pena dejar a alguien que te hacer verdaderamente feliz por probar cosas nuevas, porque al fin y al cabo, un día hechas de menos a esa persona que dio todo por verte feliz.
Anónimo
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