El paraíso no debe ser muy diferente. Los dos adormilados en la arena de esta playa casi desierta. El calor hace temblar y deforma lo que alcanzo ver. Ya leímos los periódicos esta mañana mientras desayunábamos, nada importante. El mar. Miro tu cuerpo moreno y desnudo cerca del mío. Estás embarazada de seis meses. ¿Cómo hemos tardado tanto en volver aquí? Desde que el miedo se fue todo ha volado. Llega un momento en que no te puede dar más el sol. Igualmente, en la vida hay un momento en que decides o ardes. Me levanto con lentitud y miro alrededor. Pienso que esta noche te llevaré a cenar al sitio más caro que encontremos. Una marisquería, vino blanco. ¿Nos fiarán si no nos llega? Te propongo un paseo por la orilla y tú, perezosa, declinas sonriendo. Me derrito. Eres la mujer más hermosa del mundo. Cuando regreso, estás saliendo del agua: empapada, fresca, perfecta. Tu boca sabe a verano cuando me besas.
Samir Abu-Tahoun Recio
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