Contigo siempre espero más,
no me atrevo a pedir
tan solo te quiero dar
el mundo sin salir de aquí.
Esta habitación, nuestra por una noche
recoge deseo y pasión,
pero nadie habla de amor, nadie habló de ello.
Somos más de inventar nuevos juegos.
No hay etiquetas, ni metas,
no hay flores, solo una botella
de champán a punto de terminar.
Todo es más fácil sin pensar.
En la calle o en la cama,
el alcohol nubla nuestras mentes,
las luces se apagan, tocas mi cuerpo.
Adelante, ya estoy preparada.
Patricia Izquierdo Díaz
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