La historia es circular
y la felicidad un triángulo de cuatro lados.
Nunca podré calcular
el diámetro de nuestros abrazos
ni la fórmula que resuelve
el perímetro de cada despedida.
Convertir en centímetros
los kilómetros cuadrados que separan nuestras superficies
trazar una línea infinita entre nuestros pasos,
recorrer el ángulo recto de tu cuerpo,
pulir nuestras aristas,
olvidar los polígonos oscuros
que habitamos en otros cuerpos,
en otros meses donde sólo buscábamos
un lugar seguro en cualquier cuerpo.
Hacer de la cama un cuadrilátero de derroche,
un área restringida de suspiros y silencio.
Éstas son las coordenadas
de nuestra propia geometría perfecta,
la distancia más corta entre dos puntos
que da nombre a todo lo que existe.
Diego Ojeda
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.