Me alegran las personas que sin esfuerzo te hacen sonreír, y también a las que se esfuerzan por hacerlo, valoro a las que te abrazan sin pedir permiso, y a las que mirándote a los ojos te dicen la verdad aunque pueda doler un poco; y sobre todo, amo a aquellas que llegan a tu vida no prometiendo quedarse, pero aún así lo hacen.
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