El reflejo del alma

Para tener unos labios atrayentes, pronuncian palabras afectuosas.

Para tener una mirada cariñosa, busca el lado bueno de las personas.

Para estar delgada, comparte tu comida con el hambriento.

Para tener un pelo precioso, deja que un niño lo acaricie con sus dedos al menos una vez al día.

Recuerda, si alguna vez necesitas un mano, la encontrarás al final de tus brazos. Cuando envejezcas descubrirás que tienes dos: una para ayudarte a ti misma y otra para ayudar a los demás.

La belleza de una mujer aumenta con el paso del tiempo. La belleza de una mujer aumenta no radica en la estética, la verdadera belleza de una mujer es el reflejo del alma.