Yo no tengo precio, pero valgo y mucho.
Yo no me vendo ni me regalo, yo elijo a quien dar mi tiempo y no desperdicio ni una palabra, ni un minuto con quien vive solo y exclusivamente para sí mismo.
Me encanta compartir, intercambiar, dialogar e incluso arriesgar en algunos casos, pero no cho contra molinos de viento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.