Lo mejor de la vida muchas veces llega gracias a las equivocaciones. Son los empujones que nos hacen llegar a sitios donde nunca pensamos estar.
Equivocaciones de todo tipo: pequeñas, medianas y que no cabrían en el salón de tu casa. Equivocaciones que te hacen llorar como un niño pequeño o que te ponen rojo de furia. Equivocaciones molestas pero necesarias que pueden llegar a cambiar el rumbo de nuestra vida.
Las equivocaciones son las que nos hacen grandes, enormes. Y nos hacen sabios, muy sabios. De las equivocaciones se aprende más que de los éxitos.
Equivocarse es realmente útil.
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