Por eso mi empeño de vivir al día, sin pensar en el mañana. Porque hoy estás y mañana nadie lo sabe. Porque la muerte no tiene edad ni fecha, viene y te lleva con ella. Y ese es el verdadero final.
No creo en el cielo ni en el infierno, ni siquiera en un más allá, creo que tanto el cielo como el infierno los vivimos aquí, en la vida. En esos días que nos comeríamos el mundo y esos otros días que dejaríamos al mundo que nos comiera.
Si estás leyendo estas líneas, por favor, no dejes nada, absolutamente nada para mañana. No se sabes si llegarás a ese momento. No ocultes tus sentimientos por la gente que quieres, nadie sabe que "te quiero" será el último.
Di a tus amigos lo que sientes al estar con ellos, disfruta cada momento como si estuvieras en ese cielo del que tanto hablan e intenta pasar de puntillas por esos momentos infernales... Tan sólo, aprende de ellos.
Pero no dejes de vivir. La vida es una cuenta atrás. No dejes de vivir ni el menor de los momentos. Haz que cada uno de ellos cuente.
No esperes a ser mayor o a tener nietos, no esperes un día más a nadie, la vida es lo que pasa mientras esperas, es tiempo que jamás volverá.
Patricia Izquierdo Díaz
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