Da igual sean por mucho tiempo o por poco, para siempre o para hacernos los interesantes durante un rato (cosas de orgullo), mirándose a los ojos o en la ventanilla del WhatsApp, en una estación destartalada o en el aeropuerto más lujoso, polvos de despedida o abrazos que dicen "hasta siempre".
Dejar a un lado, por el tiempo que sea, a alguien a quien quieres con toda tu alma.
Las despedidas son una puta mierda. Odio las despedidas.
Cuando abres el paracaídas
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