En cualquier habitación aleatoria de tu ciudad
o en una playa o en un parque,
en el metro o en el autobús,
estás tú,
leyendo este poema
y el resto de emociones que conforman el libro.
Si al hacerlo
alguna premonición merodeara por tu pecho
o si en algún momento
las frases que acabas de leer
o que leerás dentro de un instante
te recuerdan algo a ti,
de tu pasado,
o te explican cosas que nunca entendiste
-y comprendes ahora a la luz de estos versos-
si eso sucede
tú y yo dejaremos de ser para siempre dos desconocidos
y pasaremos a ser corazones cercanos,
cabos de una misma emoción,
náufragos de un mismo mar
que estando frente a frente
se dan cuenta de que pase lo que pase
otro corazón sintió lo mismo,
y aunque solo dure un instante,
cada vez que tengas este libro entre las manos
tú y yo
ya nunca más
volveremos a estar solos.
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