No necesitas convencer a nadie de absolutamente nada. Porque no importa cuánto lo intentes, hay gente que jamás va a comprender tu historia, tus dificultades ni todo lo que te esfuerzas. No le debes nada a nadie, siempre habrá quien hable sin saber, pero eso sólo es su problema. Tu sigue siempre adelante.
Y sonríe.
El arrebato
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