Hablando con mi amiga Cris... he de ser sincera y confesar... que quiero querer, y quiero que me quieran. Ese es uno de mis sueños que cada vez se aleja más y más, y más, y más, y más... No el ir de diva, y me tiro a cuatrocientos, no. El sexo es una necesidad relativa.
Estoy cansada de ser utilizada, dañada, insultada, dejada, burlada, etc, etc, etc... Sí, mi historial es para hacer una novela. Y no la hago porque hace tiempo me robaron el título: "La historia interminable".Y, por qué, ¿interminable? Porque siempre es lo mismo, siempre es igual. Cambia el personaje solamente.
Siempre es ser la opción b, el querer a medias de lo que tanto habla Belén, no hay nadie que te reclame como algo excepcional en su vida. Nadie te pondría en el número uno de su lista. Absolutamente nadie. Según ella, porque somos mucho pollo para tan poco arroz. Yo aún no he encontrado la respuesta a eso.
Sigo esperando porque dicen que no se busca. Pero ni aún así llega... No es mucho lo que pido, simplemente que me añadan a su vida, ser algo importante dentro de ella. No pido más, y por supuesto que lo que hagan lo hagan de verdad, sintiéndolo.
Algo falla y yo siempre estoy segura de que soy yo. Pero no me voy a conformar con las migajas que alguien nuevo me pueda dar, ni a ser el plan seguro de otro, ni ser la que siempre está ahí por tanto, puede seguir esperando.
Hoy, hablando con Silvia, he llegado a la conclusión de que debo terminar de arreglar ciertas cosas conmigo misma. No aceptar menos, no aceptar las sobras, no aceptar ser un compromiso...
En días como hoy solo me apetece huir. Os contaré por qué en otra ocasión, quizás en la siguiente entrada... No lo sé.
Patricia Izquierdo Díaz
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