El amor no entiende de pena. Ni de excusas. Ni de tiempo. Ni de tallas. No merece la pena continuar sin razón. No sirve decir que no pudiste. Decir que no tienes tiempo para veros. Ni del qué dirán. No sirve el «mejor, no».
Querer es sincerarse. Querer y poder siempre. Sin una miserable excusa. Con abrazos de media hora y llamadas a deshora. Querer es ver la mejor talla. Da igual la sección y el color. Da igual la tienda. Solo importa que te siente bien. Me sientas bien.
Querer es sentir que está, aunque esté a 967 kilómetros.
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