domingo, 8 de septiembre de 2019

¡Cagona!

Pues sí, lo soy cari. Lo soy... Belén. De nuevo, comprometerme a querer a alguien, no ha salido como esperábamos y mira que estaba convencida. Soy una cagona como dices tú. Lo tenía en bandeja y lo he rechazado. Siempre tomando el camino fácil.... Siempre. Salvo con los equivocados...

Junto con las reflexiones de qué hacer con Peter Pan. He estado pensando que quizás la culpa es mía. ¿Es posible? Quizás... No sepa querer o expresarlo o darlo todo... Pero... No es cierto, y esta reflexión me ha ayudado mucho Beatriz. He aguantado a un chico con un harén porque le quería... con todo mi corazón. He soportado cosas muy fuertes para alguien que está enamorada. Porque el motero lo contaba todo, lo suyo y lo ajeno. Del Repollo igual... lo mismo. Aguanté estupideces hasta la saciedad.

Y como me ha dicho Beatriz... Si has querido tanto y tan bien a esas personas, que está claro que no te merecían, que no eran las adecuadas y encima te hirieron... Cómo no vas a saber amar al adecuado. Sólo hay que esperar a que aparezca. Después, hablando con Belén, he completado esta pequeña reflexión... "Algún día, llegará esa persona que eclipsará a todos los demás, que se quedará, que será correspondido..." y es cierto, Peter Pan, el Motero, El Repollo, todos... quedarán atrás. El problema no es que yo no sepa querer. El problema es que, como me ha dicho Beatriz, no me he valorado como debo. Y ya es hora de empezar a hacerlo.

Hoy al discutir con Peter Pan, lo primero que he hecho ha sido hablar con un antiguo Pof (no sé si os acordáis de uno que tomé solo un café con él), bueno, encima, vecino del motero. He tenido que subir y bajar las escaleras en silencio con miles de ojos por si acaso. ¿Os imagináis la estampa? 

- ¿De dónde vienes? ¿A acosarme?
- ¡Pues no! De tirarme a tu vecino.

Hubiera sido cuando menos... Heavy. Muy fuerte. La vida... Llena de coincidencias. Así que por un momento, he vuelto a estar a la deriva... Pero al llegar a casa, la realidad me ha aplastado. Yo no soy así, no quiero un harén, no quiero llegar a una casa y que me estén esperando para un polvo. Me siento un poco sucia, en el sentido de que... Hoy quería más. Hoy, los puñeteros domingos, quería mucho más, quería amor... Y estoy cada vez más segura, de que no se encuentra en estas aplicaciones... La vida no para de confirmármelo. 

Estoy acelerando un proceso para el que no estoy preparada y con el que mis principios y mi forma de ser no cuadran. Estoy exigiéndome hacer cosas que jamás había hecho y con las que me siento una auténtica basura (y... Beatriz, éste no tenía los ojos azules). El chaval es majo. Pero... Yo soy el problema, necesito mis tiempos, necesito una conversación previa, conocernos, hablar, saber el uno del otro... ¡No lo sé! Llamarme rara... ¡Ah! Y claro, si voy corriendo a buscar a otro, es una prueba más del texto anterior. No estoy enamorada de Peter Pan, las cosas como son. Ya es hora de quitar etiquetas, de las medias verdades, de las amabilidades y todos los adornos que ponemos. La vida es esto, ensayo y error. Y por supuesto, aprender de ello.

Patri Izquierdo Díaz


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.