Alejandro, llevo todo el día con migrañas. Atacada, histérica, he hecho pleno discutiendo con medio WhatsApp. No me aguanto ni yo. Belén lleva toda la tarde entreteniéndome y contándome cosas. Silvia hablándome de los viajes que vamos a hacer y buscándome casa porque he abandonado la búsqueda tras la última noticia. Tengo miedo a tantos cambios en tan poco tiempo. Tengo miedo de no estar haciendo lo correcto. El bollo, también, preguntando cada cinco minutos si he comido, si estoy bien, si necesito algo, si nos vamos con la moto...
Ya sé que no estamos bien del todo. Pero, tengo miedo de estar haciendo todo mal. No aguanto a la gente, no quiero darles explicaciones de lo que estoy pasando, no quiero compartir esto con nadie más. No sé hacer las cosas bien, no he sabido nunca y estoy muy perdida en este tema. Esto no es... oye el motero me ha borrado de Instagram. Esto son problemas reales, de mayores, de los que yo me pierdo. De los que todo el mundo sabe y opina, y nadie tiene una idea de lo que estoy pasando. Me estoy haciendo la fuerte como siempre, pero no estoy bien. Ojalá estuvieras conmigo esta noche. Y la de mañana.
Encima mañana empiezo el nuevo trabajo, mira eso sí que ha traído una buena noticia. ¡Me ha tocado la lotería! Jo, Alex, ojalá salga bien eso... Que salga algo bien en mi vida. Volver a tener a Belén al otro lado de la pantalla no sabe la seguridad que me aporta. Aunque estemos hablando de coches. La he echado de menos. Y no entiendo porqué te estoy escribiendo a ti en mi blog y no a mis lectores, pero necesitaba contártelo a ti. Me siento mejor. Siento por lo que estamos pasando, es culpa mía, como todo.
Me siento responsable de hasta el hambre en el mundo. Y quizás mi madre, el repollo y todos los que han pasado de mí, tengan razón y yo soy el problema. Te quiero mucho y lo sabes, pero no sé demostrarlo, nunca he sabido. No sé expresar mis sentimientos y muchas veces la cago por no llevar un filtro puesto en la boca.
Mañana va a ser un día peor, la víspera. Intenta hacerme un hueco en tu agenda... Y quedamos cuando salga del cole. Te quiero, Alex. Más que a nada en el mundo. Y a mi bollo también.
Patri Izquierdo Díaz
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