sábado, 26 de diciembre de 2020

Mi regalo de 2020

 Por fin ha pasado esta Navidad, tan rara, tan triste, separados todos de todos por un metro y medio de distancia. Separados de la abuela... Una Navidad diferente.

Pero soy de quedarme con lo bueno, de lo malo estamos rodeados así que quiero hablaros del mayor regalo que este 2020 me ha dado. De este año tan especial que todos hemos sufrido.  Este año, a la mesa, por fin hemos podido sumar uno más. Así que quiero dedicarte esto, tómalo como un regalo más de Papá Noel junto con los que tienes y todos los que están por llegar.

¿Quién me lo iba a decir aquel viernes en Nassica? Cuando ya no buscaba nada, cuando el amor pasó a segundo plano. Cuando más que nunca esa frase que odio tanto: "llegará cuando menos te lo esperes", se hizo más real que nunca. Y aquí estamos. Me di de frente con un luchador que no se achanta ante problemas solucionables, que pelea cada día, que busca soluciones, que llora, grita y se desespera que nunca abandona. Aquel que es capaz de abandonarse a sí mismo, para darse por completo a la gente que quiere. Que nos mima, nos protege, nos quiere con palabras y con actos.

Verle fue como ver mi propio reflejo en un espejo. Una persona con una gran mochila a la espalda y que lleva con total dignidad, cogiendo fuerza cada día y sabiendo que siempre puede un poquito más, que ha aprendido que el fuego no quema y el frío no hiela. Que la vida no es un paseo, que la vida es sobrevivir y agarrarse a los momentos felices que te van surgiendo. Sabe de qué va esto. Sabe que aprendiendo, leyendo, investigando, viviendo, las cosas pueden ser más fáciles. 

¿Casualidad? Dos personas en el mismo punto, con la misma personalidad encontrándose en el mismo camino. Yo lo llamo magia. Es más fácil que te toque la lotería que encontrarte a una persona así y que él sienta lo mismo por ti, que sea recíproco.

En estos días, en los que vivimos juntos, me he dado cuenta de que le quiero más que a nada en el mundo, y que aun estando dormida, le busco en la cama como si necesitara tocarle a cada minuto del día. Es algo que con nadie me había pasado. Ha sacado mi vena más romántica, soy capaz de quedarme mirándole un buen rato mientras habla, come o duerme. Pero sin sentirme insegura de lo que sienta o piense. Es tan difícil de explicar... que no encuentro las palabras. A diferencia de otros, él potencia todo lo que soy, saca mi mejor versión, no deja sentirme mal, insegura o patinar por algunos de mis complejos. No deja de quererme ni un momento, y eso es inexplicable porque cuando no hay besos, hay abrazos, cuando no palabras, cuando no hechos y cuando no miradas, pero siempre hay algo que nos une hasta estando lejos, un mensaje, una foto, un audio...

Le quiero, pero no como cuento de hadas, le quiero como compañero de vida, le quiero como copiloto en mis viajes cantando a gritos las canciones de todos los tipos y haciendo nuestras versiones, le quiero en mi vida como padre de mis hijos, le quiero como protagonista de mi futuro. Un futuro no tan lejano ya... A la pregunta de "¿Te quieres casar conmigo?" dijo "Sí". La persona más antiromántica del planeta (como yo), que no quiere vestirse de pastelito (como yo) y que para Navidad probó un traje y vio que le sientan tan bien como una gorra y unos vaqueros.


Creo que los dos nos hacemos crecer. Cambiar en el mejor sentido de la palabra, ver que lo blanco puede ser negro e incluso tener miles de tonalidades de gris. Que ir al chino puede ser tan maravilloso como el pollo del KFC o un italiano compararse a una hamburguesa de un euro del McDonald´s. Y eso, es magia ventanitos. Es la persona (y no solo hombre), la persona en el mundo que más feliz me hace. Me ha enseñado que es la igualdad en una pareja, el apoyo, discutir sin que vaya a más (como hacemos cada día, porque como os comentaba, es como yo, discute hasta con una piedra), reírnos de estupideces que solo nosotros entendemos por esa complicidad tan especial, intensa y bonita que se creó antes de conocernos en persona (una vez más, gracias Marhuenda).

Y por último, quiero darte las gracias por todo lo escrito y por haberme "dado" a la personita de ojos verdes más bonita del mundo. Mi Cuquito, con el que tenemos un futuro lleno de planes y más que somos un buen equipo, porque si tú y yo nos parecemos, él y yo, en fin, suerte Javi, vas a necesitarla para estar con los dos.

Feliz Navidad, cariño. Y feliz vida... Porque a tu lado cada segundo sabe mejor....

Patri Izquierdo Díaz



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