Creo en las personas que te alegran el día. Las que marcan la diferencia y te salvan con un simple abrazo. Creo en las charlas al sol, y en los brindis por lo que sea. En los “a la primera invito yo”, simplemente para que haya una segunda. Creo en las personas de verdad, en las que tienen buen corazón, y en las que no fallan. Las que se quedan, y hacen el camino más fácil. Creo en la compañía, independientemente del lugar. Porque al fin y al cabo eso es lo que importa. Creo en las risas interminables, la complicidad y el cariño. En las personas que saben ser, y no solo estar. Creo en las cosas bonitas de la vida, y en las personas que la hacen más bonita aún.
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