Te juro que les vi, ella llevaba mi sonrisa, y él la mirada con los ojos claros.
Hubiera jurado que se trataba de nosotros de no haber sabido que lo suyo era real, cierto, posible, verdadero.
Sus caricias se parecían a las tuyas, pero cargadas de verdades. Su sonrisa era la mía, pero sin dudas infinitas.
Paré el coche a su lado paré tres segundos, él la cogió de la cintura, recogió su pelo tras la oreja, le susurró al oído, palabras de amor, y se quedó con ella.
había jurado que éramos tú y yo, de no haber sido porque nunca hubo un nosotros.
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