Este es un cumpleaños diferente. Muy diferente.
Para empezar, mis compañías han cambiado. Hemos pasado del gran grupo de amigos variopinto del año pasado a vivirlo en la más estricta intimidad.
Tras haber pasado un susto tan grande, donde mi padre se debatía entre rendirse o no ante el covid en el hospital, hemos decidido no hacer una gran fiesta y vivirlo de otra manera, con Javi, el cuquito y un puñado de amigos, nada más.
También es un cumpleaños diferente porque... es mi último cumple de soltera. En poco más de un mes, estaré dando al "sí, quiero" al que sin duda es el mejor regalo de este año. Mi primer cumple a tu lado Javi. Y no sé cómo agradecerte tantísimas cosas. Ser el mejor apoyo que he tenido en mi vida, ver cómo me mimas y te desvives por mí, luchando como ya has aprendido con el escudo que llevo por vestido. Cuando los problemas me hacen pequeña y me da por esconderme en una orillita de la cama sin apenas contacto con el mundo que me rodea.
Has aprendido a abrazarme cuando ni yo misma me he centrado, cuando vuelo y vuelo en busca de soluciones para todos los problemas que lleva mi cabeza. Gracias por la cantidad de detalles que tienes que no llevan una etiqueta con su precio. Gracias por hacer de mi vida el cuento de hadas que pensé que nunca llegaría, por ir escribiendo capítulo a capítulo y día tras días.
Por supuesto agradecer a todas mis amigas/os que de una manera u otra (llamadas, mensajes, videollamadas...) han estado a lo largo de este bonito día, donde los veintitodos me han sentado un poquito mal (llevo fatal cumplir años). Y a mi familia, a los que se han acordado, ya que agosto es un mes para perder la noción del tiempo, es el mes de vacaciones por excelencia donde todos deberíamos abandonar el calendario y el reloj, donde despejar la mente y cargar las pilas.
Gracias a todos los que a través de Facebook o Instagram habéis estado ahí para felicitarme.
Por fin mi vida se encamina. Con vistas a un nuevo trabajo que por fin me gusta y que estoy deseando que llegue Septiembre.
Septiembre...
El mes del cambio. Todo empieza en septiembre: las dietas, un nuevo trabajo, un nuevo proyecto, una nueva oportunidad... Una boda... ¡Ais! Vértigo es poco lo que siento, pero es que mejor rodeada no puedo estar.
Así que... ¡Gracias!
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