El sábado estuvimos con mi testigo de boda y su mujer. Voy a recalcar testigo hasta el día del juicio final, porque siendo cursi hasta la arcada, es el que firmó veracidad a mi historia con Javi, y eso en el fondo, es bonito. Los testigos fueron elegidos por ser personas esenciales en nuestro día a día y ellos siempre dan veracidad a nosotros mismos en sí. Y tanto el de Javi como la mía, son personas increíbles.
Y las personas increíbles se juntan con versiones mejoradas de ellos mismos o complementos que están a su altura. Porque Miriam es al amor en persona. Con ella desde el primer día, intuyendo que era todo lo opuesto a mí, me hizo sentirme en casa, como si la conociera de siempre. Y mira que siempre había pensado que la "antisocial" era ella, que Fito no quedaba más con los amigos porque ella estaría cansada o cualquier cosa, ¡hasta que la conocí! ¡Es él! Te voy a dar un mamporro, Fito... A los planes se dice, sí. A la vida, se dice: Sí. Aunque no haya ganas, aunque el cansancio esté a nada de ganarnos la partida. Sí. Recuérdalo.
Fue una de esas cenas que recargan las pilas, que te devuelve la sonrisa, que te abres en canal porque estás bien. Porque sabes que ningún comentario se tendrá en cuenta con una idea detrás posiblemente errónea. Son de esas quedadas en las que estás bien, te vas bien y quieres repetir (eh, Fito). Las ideologías nos unen y como digo siempre, la política va mucho más allá, hace personas, hace valores y qué suerte poderlos compartir,
Como he dicho antes, las personas increíbles, dan con personas también increíbles y cuando se juntan, tienen niños alucinantes. Mi pequeña de ojos azules, que tiene conversaciones de mayores, eres la versión mejorada de tus padres por dentro y por fuera, y mira que es difícil alcanzarlos. Pero es que te llevaría conmigo a todas partes. El cariño y el amor que derrochas es de personita mayor en el cuerpo de un niño. Ojalá la vida no te cambie, ojalá no veas lo que tu padre o yo hemos visto y te corten las alas para ser realmente quién eres tú. Ojalá...
Y ese bebote, que conseguiré que sea mi amigo. ¡Lo lograré! De momento no se me ha resistido ningún niño. Ese bebote que es para morderle los mofletes todos los días apunta maneras. Nació un superhéroe, seguramente el mundo se le quede pequeño y se lo coma con patatas.
Deseando volver a hacer planes, porque con quien estás bien te da igual estar en casa, que en Madrid que en Disneyland, cuando estás bien es justamente ahí donde debes permanecer.
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