No es complicado, tú, solo abrázame, hasta que sientas que los latidos de mi corazón, bailan al mismo ritmo que los tuyos.
Felicidad González
Tiras la piedra en forma de verso y luego escondes la mano, la boca, la pluma. ¿Y cómo quieres que así? Te sienta, te destripe, te odie, con algo de amor de por medio. Te escondes quitando el invierno a la poesía, poniendo el kilómetro uno a Madrid, echándole sal a tus poemas y de vez en cuando le vas contando al viento, que te gustaría que un día la vida fuera feliz poniéndose de tu lado. Que te gustaría hacerme la mujer más diva sin tirar piedras, ni versos, ni medias tintas a musas ajenas que no sea yo. Pero da igual tú sigue así, que tus poemas son más fieles que la distancia.
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