Ojalá que te sientas tan sola, que cuentes conmigo.
Danieme
Ojalá este folio en blanco sea mi cómplice del disimulo, sea mi arlequín donde te escribo esta canción que nunca te cantaré al oído. Ojalá algún día tengas el ansia de volver a ser dos en tu cama, que necesites besar y abrazar y hablar y que el afortunado no sepa cómo hacerte volar hasta la luna. Ojalá descanses de mí y no me necesites, mientras yo intento emular al mejor poeta en cada garito, intentando llorarte sin que te des ni cuenta. Ojalá tus orgasmos sean eternos, igual que tus dudas, que tus recuerdos, que tus ganas de empezar a lo mejor de cero. Ojalá que cuando tomes el café con ese aroma que nosotros inventamos, sí, ese aroma a amor, tú, te sientas culpable, de no querer ser nosotros y querer ser vosotros, ofrecerle el café en la cama y que lo derrame como yo, derramo mis lágrimas. Ojalá fuera cierto que no eres feliz, que todo esto es una tumba al paso del tiempo, que él solo sea el verdugo del reloj de arena, que no se pare hasta que vuelvas a darle la vuelta. Ojalá, algún día mire de reojo esa cafetería donde nos reíamos de la rutina, y te encuentre hojeando anuncios clasificados y estés buscando un amor de segunda mano. Ojalá los días de cena romántica la mesa no tenga velas, que si por un casual las tuviera las tendrías que apagar con unos suspiros de ocasión, de saber que estás sola por algún motivo que no sale en esta canción. Ojalá cuando no puedas dormir por sentirte culpable, el monstruo de debajo de la cama te proteja de tus dudas y tus sueños por cumplir. Ojalá que la marea sea eterna, cuando nades desnuda junto a él, que se ahoguen mientras tanto mis penas junto a ti. Pero ojalá. que seas un poco feliz sin mí.
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