martes, 22 de marzo de 2022

¿Perdonar o pedir perdón?

 Una vez escuché a alguien preguntar si era más difícil perdonar o pedir perdón.

Quizá hubo algún momento de mi vida en el que me resultaba difícil pedir perdón, pero conforme he ido viviendo cosas, me he dado cuenta que hay veces que, por mucho que quieras, por mucho que lo necesites, no eres capaz de perdonar.

Y de verdad, no es rencor. No es ser mala persona. Es querer tanto a alguien que cuando te hace daño no puedes. No todo vale. Es el tiempo, que pasa, y no olvida.

Es querer intentarlo y que el corazón se vuelva a romper. Es no poder seguir. Que el aire te falte y el corazón se encoja. Es recordar y llorar. Y sentir dolor. Es saber que tú no lo harías, y que eso es precisamente lo que os diferencia. Es la decepción con nombre. Y el miedo a volver a pasarlo mal. Es sentir que hay personas que, simplemente, llegan a tu vida para marcharse. 

Y créeme, cuando alguien te hace daño porque sí, y no te da paz ni tranquilidad, mejor dejar que se vaya.



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