Soy una mujer que tiene días en los que toca fondo, en los que prefiere no hablar porque no le encuentra un sentido a dar una explicación; pero también soy esa mujer que a costa de arañazos intenta salir del pozo creando proyectos porque se niega a fracasar.
Soy esa mujer que es la luz pero también oscuridad, la que lleva dentro el ying y el yang, la que alberga a los dos lobos y que tiene días donde alimenta a uno y días donde es devorada por el otro.
Soy esa mujer que es fuego cuando algo la enardece pero que también es hielo cuando la hieren, la que es cuchillo pero ha sido muchas veces más herida.
Soy esa mujer a la que quieres o te cae mal, no tengo términos medios ni para los otros ni para mi, si me cae bien lo sabrá pero si me cae mal quédate tranquila/o que de eso no le dejaré dudas, no me importa si le parezco mal educada, soberbia o loca porque simplemente no me interesa su opinión.
Soy esa mujer que aulla de dolor aunque eso no esté de moda donde todos son superados, y soy la que resucita con un abrazo sincero de esos que te acomodan las piezas sueltas.
Soy esa mujer amada por unos, odiada por otros pero siempre rebelde sin perderse en alguien que no es, solo porque hay que ser superada.
¿Sabes qué? Quiero ser yo con mis imperfecciones, las máscaras para el carnaval de Venecia.
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