miércoles, 29 de mayo de 2024

Noche de ansiedad

 Creo que tengo, de nuevo, muchos frentes abiertos.

Anoche pasé calor, frío, el corazón me iba a mil por hora, tenía ganas de gritar y llorar. De irme de mi habitación, de mi casa. Que nadie me tocara porque era como una bomba a la que le quedan segundos por explotar y destrozar a todo el que le rodea.

Tengo algo dentro de mí que no me deja vivir: inseguridad. Quiero hacer cosas sin pedir permiso. Estar en bragas en casa, hacer planes sin tener mirar el calendario por si tenemos algo (que suelen ser citas médicas o visitas), quiero irme lejos con los niños, hacerles miles de fotos. Tengo un saco lleno de planes para hacerlos con ello y me falta tiempo. Me falta vida. Me ahogo en mi propia agenda porque necesito salir, huir de lo que me despierta la ansiedad.

Puedes pensar que soy una cobarde al huir de los problemas que me generan esa ansiedad, pero es hay muchos de ellos que no están en mis manos solucionar. Que dependen de otros o de la vida en general. Mi vía de escape ha sido y será escribir, pero tengo cortadas las alas porque entre mis letras se busca lo que nunca fue dicho. Cada palabra se evalúa y se duda de su intención. Y vivir dando explicaciones es agotador. Sabiendo, que no tengo por qué darlas.

Así que, mi otra vía es salir a andar. Estar en la calle me rellena las pilas. Me permite respirar, estar fuera de los ojos que me ven y me examinan. De las miradas inquisidoras, de las opiniones y calificativos. Salir fuera, me da las alas que pierdo ante el teclado meditando cada frase de este escrito.

Ayer no salí. Y no recargué mis pilas, ni me puse las alas para ver todo de lejos y fingir que nada va conmigo. Necesito de mi Helena y Cuquito para estar completa. Y no nombro a mi marido porque él ahora mismo necesita que yo esté completa. Es uno de esos momentos en que la pareja no es un 50% frente a un 50%. Me toca ser el 70%, y toca porque es lo que tiene el amor. Cuando uno da lo que puede en cada momento, y siempre quedará el otro para ayudar a tirar del carro, aunque pese mucho.

Me siento un poco enjaulada, la situación que tenemos no es la más idónea y sí, soy ambiciosa pero tampoco creo que pida mucho. Disfrutar mucho de los míos y hacer equipo con ellos. 

Mi Helena, no sabe realmente lo que cura a mamá siendo ella misma. 



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