Todos estamos al borde del abismo, a todas horas, todos los días, un abismo por el que todos caeremos; la elección no es esa, la elección es si queremos caer pataleando y chillando, o si queremos abrir los ojos y el corazón a lo que sucede cuando empezamos a caer.
La mayoría de la gente cambia lentamente, son quienes son y al cabo de un tiempo son otra persona. Pero algunos saben el momento exacto en el que cambia su vida. Cuando ven la persona con la que se van a casar o la mirada de su bebé la primera vez que sonríe. Pero otras personas no cambian por las cosas buenas de la vida, cambian por algo que han vivido y que hace que todo lo que ven a partir de ese momento parezca muy distinto a como siempre ha sido.
La mayoría de la gente cambia lentamente, son quienes son y al cabo de un tiempo son otra persona. Pero algunos saben el momento exacto en el que cambia su vida. Cuando ven la persona con la que se van a casar o la mirada de su bebé la primera vez que sonríe. Pero otras personas no cambian por las cosas buenas de la vida, cambian por algo que han vivido y que hace que todo lo que ven a partir de ese momento parezca muy distinto a como siempre ha sido.
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