Un viejo mira el mar desde la orilla
y observa su pasado como en fotos,
mirando con un ojo en la mirilla
recuerdos de unos cuantos sueños rotos.
Lugares que pisó ya en otra vida,
ciudades que cambiaron con el tiempo,
mujeres con el rostro de una herida,
amores que al final se llevó el viento.
El viejo es sólo un viejo como tantos
que sabe que el final ya está esperando,
que sabe recordar pero sin llantos.
Me alejo de la orilla caminando,
sin duelos ni temores ni quebrantos,
soy yo aquel viejo al que ahora estoy mirando.
Luis Ramiro
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.