miércoles, 23 de diciembre de 2015

El hombre más rico del mundo

Cuando estás de vacaciones, sin mucho que hacer... Las reflexiones vienen solas. Miras a un lado y a otro y compruebas quién está ahí, estés o no en tu mejor momento.
Quien teniendo tiempo libre te elige a ti, también se ve todo lo contrario. Quien te ha querido por interés, porque eres buena con él o ella, a ese sujeto le conviene.
Dicen que muchos sentimientos los confundimos con amor, y yo añado, con amistad también. En seguida alguien parece ser nuestro amigo. Es mentira, hay que saber quienes lo son y quienes aparentan que lo son. Yo sigo entrenando esta capacidad, pero aún así me la juegan.
No es una amiga aquella que en cuanto lo ve todo negro, abandona el barco y ¡sálvese quien pueda! Tampoco lo es la que pasan los días y no llama, no pregunta, ya no existes... ¡por supuesto que no!

Ahora se llevan los recortes, es una buena manera de empezar el año. Recortando a todos aquellos que nos sobran, quedarnos con los que más queremos y mimarlos. Los demás, son solo gente que pasa por tu vida en una etapa o momento determinado, que pasa y pasará. Serán importantes, claro que sí, marcarán parte de nuestros recuerdos. Pero hasta ahí. A veces, las historias más bonitas son las más cortas, las que más nos marcan. No todo es malo, lo que es malo es hacernos ilusiones de aquellas personas que no van de cara, que no se muestran o se muestran de una manera falsa. 

Recuerda que el número de personas a las que mimar no suele superar los dedos de una mano, pero os aseguro, que quien las tiene y las conserva, es el hombre más rico del mundo.

Patricia Izquierdo Díaz



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