Estas palabras tienen un objetivo: que en el momento en que las leas, sonrías. Tan fuerte, tanto, que se iluminen los dos carriles de la calle principal de la ciudad, y tengas ganas de besarme otra vez. Si lo consiguen, creo que no necesito nada más.
Yo también estaré ahí. Cerca, cerca, muy cerca.
Te quiero, sin peros. Sin miedo, sin dudas. Con todas las fuerzas del mundo.
Fin.
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