Gente que pide perdón. Gente que asume echar de menos. Gente que vuelve a hablar contigo después de discutir. Gente que vale la pena.
miércoles, 31 de agosto de 2016
No mires la vida pasar
Hay personas que viven enganchadas al pasado, como una especie de barco que está anclado en el puerto y no avanza; van pasando los años, la vida, y siguen los recuerdos de un ayer que no deja ver los colores de la vida y sus mejores matices. Cierra el círculo de todo lo que no te deja ser feliz; suelta, deja ir de una vez y para siempre. El perdón amortigua el dolor que hay dentro del corazón, y es el pase para empezar una nueva vida. No mires la vida pasar... mejor que la vida se asombre a tu paso.
Sabios Consejos
Intenta ser feliz
En esta vida hay que animarse a vivir. No dejes que los sueños pasen sin intentar ser feliz, porque hay tanta gente que respira pero no vive; por miedo al que dirá la gente, por hacer siempre lo mismo, por la rutina, sin ninguna emoción. Canta más, ríe mucho, agradece por todo, y no aceptes pasar por esta vida sin intentar ser feliz.
Si tengo que pedírtelo, ya no lo quiero
No te voy a pedir que me des un beso. Ni que me pidas perdón cuando creo que lo has hecho mal o te has equivocado. Tampoco voy a pedirte que me abraces cuando más lo necesito, o que me invites a cenar el día de nuestro aniversario. No te voy a pedir que nos vayamos a recorrer el mundo, a vivir nuevas experiencias, y mucho menos te voy a pedir que me des la mano cuando estemos en mitad de esa ciudad. No te voy a pedir que me digas lo guapa que voy, aunque sea mentira, ni que me escribas nada bonito. Tampoco te voy a pedir que me llames para contarme qué tal te fue la noche, ni que me digas que me echas de menos. No te voy a pedir que me rías las gracias, ni que hagas el tonto conmigo cuando mis ánimos están por los suelos, y por supuesto, no te pediré que me apoyes en mis decisiones. Tampoco te voy a pedir que me escuches cuando tengo mil historias que contarte. No te voy a pedir que hagas nada, ni siquiera que te quedes a mi lado para siempre.
Porque si tengo que pedírtelo, ya no lo quiero.
Un rincón maravilloso
¿Jugamos a otra cosa?
No hay nada más bello que un hilo de arena cayendo sobre la arena. Por eso se creó el reloj, para mirarlo. Antes de ello no había tiempo. Nada más perfecto que una gota de agua cayendo al mar, perdiendo su unidad, haciéndose infinita. Antes de disgregarse en lluvia todo era uno. Nunca habrá nada más justo que dos personas que se hacen agua y se unen entre sí sinceramente para amarse y crear un mundo. Antes del amor y la verdad todo era injusto. Nada más libre que el niño que nace, perdiendo su íntima prisión, asomándose al mundo. Se va a asombrar tanto que no puede mirar todavía. Por eso abre los ojos poco a poco. Antes de un niño todo es conocido. Al ser vista por primera vez cada cosa nace, también liberada de su esencia previa. El padre redescubre las preguntas en la mirada del niño. ¿Saben que a nacer se le llama coronar? Un niño es un rey en todo su esplendor. Que rija, pues, su mirada sobre la nuestra, para jugar a un mundo sin tiempo, sin límites, justo y bello.
Samir Abu-Tahoun Recio
lunes, 29 de agosto de 2016
Si tengo que pedírtelo, ya no lo quiero
No te voy a pedir que me des un beso. Ni que me pidas perdón cuando creo que lo has hecho mal o que te has equivocado. Tampoco voy a pedirte que me abraces cuando más lo necesito, o que me invites a cenar el día de nuestro aniversario. No te voy a pedir que me digas lo guapa que voy, aunque sea mentira, ni me escribas nada bonito.
Tampoco te voy a pedir que me llames para contarme qué tal fue la noche, ni que me digas que me echas de menos.
No te voy a pedir que me rías las gracias, ni que hagas el tonto conmigo cuando mis ánimos están por los suelos, y por supuesto, no te pediré que me apoyes en mis decisiones. Tampoco mil historias que contarte. No te voy a pedir que hagas nada, ni siquiera que te quedes a mi lado para siempre.
Porque si tengo que pedírtelo, ya no lo quiero.
Carta sin destinno
"Y prometo que si algún día llego a
verte por la calle, no agacharé la
cabeza, mucho menos miraré a otro lado.
Haré frente al destino y te veré de su
manos al igual que alguna vez estuviste de
de la mía, no sé qué vaya a pasar conmigo,
tal vez el corazón se me quiera salir,
quizá la nostalgia me invada por dentro
en aquel momento, pero no... me iré,
tan sólo dispararé una de esas sonrisas
que saben a lágrimas, una de esas que
dicen adiós."
Carta sin destino
Edwin Vergara
Soy un desastre
"Soy un completo desastre, más aún, soy la máxima expresión de la imperfección vuelta mujer; me gusta serlo, me gusta ser lo que nadie común quiere. Soy lo que nadie espera, la que nadie pretende ser"
domingo, 28 de agosto de 2016
Advertencia
No vengas otra vez con tus historias
tan siglo diecinueve de tristezas.
No jures y perjures que perdiste
tu zapato en mi casa, Cenicienta,
pues bien sabes que perdiste otra cosa:
la cabeza tal vez, algo de pasta, un par de bragas
que voy probando con todas
las que prueban mi cama
sin dar con la que vuela.
Que ni yo soy azul ni tú princesa,
así que apaga y vámonos, y vuelve
a ser mi perra callejera, mi musa en celo,
mi luna de dormir la borrachera,
mi billete de avión a la locura,
mi Blancanieves puta y harapienta,
mi vino y la resaca; el frío y mis palabras.
Y déjate de cuentos y dame mucho sexo
y poco poquito poco
abominable falso esclavo imbécil
desvergonzado amor.
Sobre todo, sé feliz
Un consejo: quiérete y deja que te quieran. Pero no dejes que vuelvan aquellos que ya partieron, no eres la terminal de un aeropuerto esperando vuelos, reencuentros y besos. Eres el avión, así que toma el control y vuela lejos, sé libre.
Pero sobre todo, sé feliz
Ron Israel
No te enamores de un cuerpo
Enamórate de alguien que te quiere, que te espera, que te entiende incluso en la locura; alguien que te ayuda, y que te guíe. Alguien que sea tu apoyo, tu esperanza. Enamórate de alguien que te echa de menos y quiere estar físicamente contigo. Pero no te enamores de un cuerpo, de una cara, o de la idea de estar enamorado.
Anónimo
Canción de amor
¿Cómo sujetar mi alma para que roce
la tuya? ¿Cómo debo elevarla
hasta las otras cosas, sobre ti?
Quisiera cobijarla bajo cualquier objeto perdido,
en un rincón extraño y mudo
donde tu estremecimiento no pudiese esparcirse.
Pero todo aquello que tocamos, tú y yo,
nos une, como un golpe de arco,
que una sola vez arranca de dos cuerdas.
¿En qué instrumento nos tensaron?
¿Y qué mano nos pulsa formando ese sonido?
¡Oh, dulce canto!
Rainer Maria Rilke
¿Para qué ser una princesa?
Soy mujer y me gusta el fútbol, jugar a la play, soy mal pensada, hablo estupideces y a veces se me va lo de ser señorita... Soy muy loca, ¿y qué? Si no existe príncipe azul, ¿para qué creerme ser una princesa?
La espléndida antorcha
La vida, es para mí, no una vela que se apaga. Es más bien una espléndida antorcha que sostengo en mis manos durante un momento, y quiero que arda con la máxima claridad posible antes de entregarla a futuras generaciones.
George Bernard Shaw
sábado, 27 de agosto de 2016
Conectar
Encontrar a alguien con quien realmente conectas es como ganar la lotería.
Básicamente nunca ocurre, pero cuando sucede, no deberías desperdiciarlo.
J. Verdi
martes, 2 de agosto de 2016
Regla de salud mental
"Primera regla de salud mental:
Aprender a distinguir quién merece una explicación, quién merece sólo una respuesta, y quién merece absolutamente nada"
Primera impresión
Estamos habituados a crearnos una primera impresión de las personas que conocemos.Una impresión que va a condicionar cómo nos relacionamos con ellas y que, sin querer, vamos a intentar confirmar.
Por ejemplo, si pensamos que una persona es ruda y desagradable nos dirigiremos a ella utilizando formas distantes que probablemente hagan que la persona se siga mostrando distante con nosotros o que incluso, si ya lo hacía, lo haga aún más.
Por eso, con las personas podemos estar ante tesoros que no relucen... porque nosotros hemos ignorado su brillo al principio, lo mismo sucede al contrario.
lunes, 1 de agosto de 2016
La sutileza de los silencios
La sutileza de los silencios.
El callar para no dañar o dañarse a una misma.
Organizar emociones y dejar al otro que haga lo que le haga feliz, aunque no necesariamente te guste.
La sutileza de las lágrimas en soledad.
El permitir que los demás exploren y sepan que un silencio no es siempre estar enfadado o de acuerdo con sus actos o palabras: simplemente callar para más tarde hablar cuando, después de gestionar tus emociones, seguir hacia adelante en busca de una feliz plenitud.
La sutileza de los silencios, para seguir amando con discreción y madurez.
J.L.
Cuando hagas algo noble y hermoso y nadie se dé cuenta, no estés triste. El amanecer es un espectáculo hermoso y, sin embargo, la mayor parte de la audiencia duerme todavía.
John Lennon
Sonreía
Y entonces se cansó de ir por el mundo rogando amor y compañía. Aprendió poco a poco a valerse por sí misma. Se dio cuenta de que se merecía lo más bonito, que para vivir sonreír era un requisito. Se quiso tanto que la llamaron egoísta, pero ella ya no hacía caso a los que decían, ya no perdía el tiempo en tonterías,solamente sonreía, sonreía, sonreía.
Tormenta Sideral
Ella es dura. A ella no le afecta nada. O eso le gusta aparentar. No demuestra sus debilidades reales a casi nadie. Tiene algunas superficiales, las que le dan igual que tú las sepas, pero hasta que no la llegues a conocer bien, no te darás cuenta de las heridas profundas. Yo tardé mucho en descubrirlas.
A ella le gusta ponerte a prueba. A veces te das cuenta y otras no. No lo hace porque sea retorcida. Todo lo contrario, a veces es demasiado trasparente, su cara es un libro abierto. Lo hace porque quiere saber hasta dónde estás dispuesto a llegar por ella.
Necesita saberlo para ver si merece la pena enseñarte su yo verdadero, el expuesto y desnudo, al que le pueden hacer sufrir de verdad.