Cómo diría mi amiga Belén, ¿dónde está la chica de quiero un "hombre empotrador"? La chica que no veía ni escuchaba canciones románticas, la chica de las subidas de azúcar cada que veía a un chico regalar bombones a su novia... Dónde está la chica de amantes de temporada, de un polvo y adiós, de los "me agobio", la que pasaba de todo y de todos. ¿Dónde está?
Es increíble lo que puede hacer una persona que aparece en el momento adecuado y te roza con su gracia, con su mirada, que te hace suspirar. Cambia la visión del mundo y la de uno mismo. Empiezas a hacer esas estupideces que sólo comprendes si estás o has estado enamorado. Empiezas a entender la poesía que antes no comprendías o simplemente no te llegaba al corazón.
Ahora cuando vas por la calle y ves a esa pareja comiéndose a besos, sientes ese pellizco en el pecho de mini celos. Tú también quieres eso, que te coman a besos en plena acera, contar a los cuatro vientos que vives enamorada.
La vida cambia. Las cosas cambian. Se me había olvidado. Se me habían olvidado las mariposas, los saltos que da el corazón al verle, se me había olvidado lo que era sentirte especial para alguien...
Patricia Izquierdo Díaz
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