Hay que salir a la vida con la firme convicción de que tenemos demasiada piel como para que las heridas puedan derrotarnos.
Cada cicatriz quedará ahí para contar su historia y al final de tu vida tendrás que agradecer todas aquellas líneas escritas sobre la superficie de tu alma.
Ellas te harán ser libro, tomo, trilogía, y ese será tu patrimonio, lo que tendrás por ofrecer: aquello que quiso decirte cada herida, aquello que quiso enseñarte cada golpe, la enciclopedia inacabable de tu vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.