Y entonces llega el momento en el que te das cuenta que hay personas que quieren irse. Por cuenta propia. Con sus motivos y sus razones. Y por mucho que quieras, no hay manera de pararlas. Por mucho que hagas, no se pueden convencer. Ni hablarlo y frenar. Y entonces, cuando eso pasa, solo puedes dejar que se vayan.
Si quiere marcharse, acéptalo.
Lo intentaste. Diste todo de ti. Pusiste ganas, corazón, y unas cuantas cosas más, para que el final no fuese así. Pero a veces ya no quedan más intentos. A veces ya la fuerza se pone a cero, y cuesta volver a intentarlo. A veces no depende de ti. No puedes hacer más. Y ya está.
Ese fue mi último intento.
Cuídate, y sé feliz.
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