Te quería así, demasiado, tanto que mi cabeza llegó a dudar si invitarte a pasear y pisar las hojas secas de mi otoño.
César Poetry
A veces quise entender por qué Borges te desnudaba en cada uno de sus libros pero sin nombrarte, sin mencionar que eras su musa cuando deseaba leerte entre líneas. Quise entender por qué él quería desnudar cada una de tus estaciones. Tu sonrisa primavera, tu ardiente verano, tu romántico otoño y tu invierno melancolía. Me fascinaba pensar, que cada soneto era un día en que un amanecer era pecado de besos, un huracán de razones por vivir, un punto y aparte entre la rutina y tu poesía. Intente razonar con cada uno de sus poemas, sonetos en que los lunares de la vida eran el reflejo de tu luna de poesía, el camino entre un verso dedicado a ti y un beso con latigazo de pluma, la cual bordeaba tu nombre en un sinfín de razones a quitarle el invierno a la poesía. Pero por mucho que uno intente entender tales desnudos de sentimientos, solo se puede llegar a la conclusión, que a la poesía, solo se la puede desnudar de una manera y es, queriéndola hasta la muerte.
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