jueves, 21 de julio de 2022

25 de marzo de 2022

 25 de marzo de 2022

Aquí empieza la aventura. Tu aventura, mi bebé. Ante todo, quiero que sepas que tu diario lo escribirá mamá respetándote tu intimidad. Lo haremos público en mi blog. Porque aún estás dentro de mi, porque formas parte de mí. Pero créeme, nadie jamás subirá una foto de tu carita a ninguna red. No formarás parte de esto en cuanto seas mi personita favorita.

Empecemos por el principio... Mi regla se fue, como tantas y tantas veces, pero mi cuerpo funcionaba de otra manera. Nunca sabré explicártelo, pero algo dentro de mí estaba cambiando, y se lo dije a papá.

Papá dijo de esperar una semana, para no más sorpresas. En realidad, te llevamos esperando ocho largos meses en los que he pensado de todo. De que jamás vendrías por mi culpa, de que pasaba algo... No sé, entenderás de mayor todos los pensamientos que puede tener una mujer en una décima de segundo.

El día 24 de marzo, compré el test. Iba a casa pensado que ahora mismo no era el momento. Estaba en paro, sin trabajo, y el día 25 de enero Maya, llegó par revolucionar nuestras vidas. La conocerás pronto y la escucharás antes. Sus ladridos son únicos e incesantes.

Recuerdo que eran las cinco de la mañana y no podía dormir. El test esperaba en el baño a la primera orina de la mañana... Supongo que a las cinco, era una buena hora de hacer pis... ¿Por qué no?

Me levanté sin molestar ni a Javi ni a Maya. Me encerré e hice pis en el palito (lo he guardado de recuerdo). Te prometo que pensé que se me haría eterno, pero ese positivo era más real que cuando dimos positivo en covid. Allí estaba ese palito con sus dos rayas... Ya estabas en camino.

Volví a la cama como si nada. Asustada por todo lo que se venía encima. Me dio pánico, te soy sincera... Y en mi cabeza escuché la frase de... "Llega cuando te relajes, cuando estés a otra cosa". Siempre le echaremos la culpa a Maya. Ella hizo, sin querer, un sueño realidad. Venías de camino a casa.

No podía quedarme con aquello dentro y moví a Javi un poco para despertarlo.

- Es positivo - le susurré en voz muy baja.

- ¿El qué es positivo? - me preguntó adormilado.

- Vas a ser papá - le informé esperando su respuesta.

- Te dije que podríamos - Y volvió a dormirse acurrucado en mí.

Vamos a ser padres. El 25 de marzo empezaría este diario.



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